"La evidencia señala que los incentivos fiscales parecen tener un efecto limitado en la generación de nuevo ahorro". Es la idea que transmiten desde el Banco de España, poniendo como ejemplo la introducción en España de la deducción por aportaciones a fondos de pensiones en 1988, que habría generado un efecto moderado sobre el flujo de ahorro nuevo.
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Las reclamaciones por planes de pensiones aumentaron un 48% en 2019Es lo que explica el organismo en su último documento 'Covid-19: perspectivas económicas, envejecimiento y pensiones: situación, y retos'. En él, citan a la AIReF para explicar que, estos incentivos, "al actuar como un diferimiento fiscal, la deducción es poco atractiva si los tipos marginales son estables a lo largo del ciclo vital". "Dichos incentivos están concentrados en la parte alta de la distribución de la renta", añaden.
Según los datos del Banco de España, el volumen mediano acumulado entre los hogares españoles que poseen un fondo de pensiones individual representa en torno a un 27% de su renta bruta anual, similar a la del resto del Eurosistema. Sin embargo, el porcentaje de los hogares españoles en los que alguno de sus miembros poseía un plan de pensiones individual es seis puntos porcentuales menos que la media.
En este escenario, consideran que las condiciones actuales, como el envejecimiento, la composición del ahorro de las familias o el entorno macrofinanciero, "pueden favorecer el desarrollo de productos financieros responsables y competitivos que aporten una opción para que los mayores puedan utilizar su riqueza inmobiliaria para acceder a activos financieros líquidos en condiciones atractivas y seguras".
FUTURO PESIMISTA
En cuanto a la percepción que tienen los españoles sobre el sistema de pensiones, la mayoría se muestra pesimista al pensar en el futuro. De hecho, este es uno de los temas que más inquietud suscita en nuestro país. El 90% afirma estar preocupado por la situación actual y futura de los jubilados. Es más, el 52% cree que no va a cobrar una pensión cuando se jubile, una cifra que se eleva hasta el 62% en el caso del colectivo de entre 25 y 34 años, según los datos de un estudio llevado a cabo por el comparador Rastreator.
Frente a esto, destaca que solo el 26% de los españoles dice tener contratado un plan de pensiones. Los usuarios que más optan por estos productos son aquellos que se encuentran entre los 55 y 65 años, representando casi el 36% de las contrataciones. Del resto, el 23% de los que aún no cuentan con un plan de pensiones sí se plantea contratarlo en un futuro, pero hay un 20% del conjunto de los españoles que no ve necesario contar con este tipo de productos. Un 31% asegura que no dispone de él porque no puede permitírselo.
EL PATRIMONIO SE RECUPERA
El patrimonio de los planes de pensiones han superado el volumen previo al estallido de la crisis del Covid-19, ya que en agosto se incrementó en 771 millones, hasta los 77.601 millones de euros, con lo que han superado la cifra de febrero, según los datos de Inverco. En este mes, las aportaciones de ascendieron a 175 millones de euros, mientras que se ofrecieron prestaciones de 143 millones, con lo que el volumen de aportaciones netas del mes fue de 32 millones de euros.
Sin embargo, los planes de pensiones del sistema individual aún tienen un asunto pendiente. En el corto plazo, estos vehículos de ahorro registran una rentabilidad negativa media del 0,9% en el último año. Por su parte, la rentabilidad de los planes de pensiones en el medio plazo ha sido del 0,6% en los últimos tres años y del 1,1% desde 2015. Para inversiones hace diez y quince años la rentabilidad media ofrecida ha sido del 2,6% y 1,9%, respectivamente. En el largo plazo los planes de pensiones continúan registrando una rentabilidad media anual neta de gastos del 2,9% en los últimos 25 años y del 1,4% en las dos últimas décadas.