La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha advertido sobre una ola de calor que dejará en abril temperaturas de hasta cerca de 40 grados en algunas zonas. Esta ola de calor que se acerca ya ha sido bautizada como el 'horno ibérico' y afectará principalmente al sur y al este de la Península Ibérica, en especial al interior de Murcia y Valencia, así como a zonas de Andalucía como el valle del Guadalquivir y el interior de Huelva y Cádiz.
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Yellen asegura que el cambio climático "puede repercutir en el sistema financiero"El 'horno ibérico' llegará a nuestro país este 25 de abril y se prevé que se mantenga a lo largo de toda la semana, con el miércoles 26 de abril como día clave.
A lo largo de la primera jornada de esta ola de calor, las temperaturas se moverán entre los 34 y lo 36 grados en la mayoría del país, situación que empeorará el miércoles y se mantendrá el resto de días. Además, no habrá tregua por las noches, en las que las temperaturas superarán los 20 grados. A esta situación, también se le debe añadir la escasez de lluvias que se espera durante estos días, que puede convertir a este abril en uno de los más secos de la historia.
El año pasado se produjeron alrededor de 5.000 fallecimientos asociados a golpes de calor, según datos de TK Home Solutions, por lo que conviene conocer la forma de prevenirlos y cómo actuar en caso de sufrir uno.
Un golpe de calor se produce cuando el cuerpo no es capaz de regular una subida de temperatura mediante la sudoración. El riesgo a que esto ocurra aumenta en situaciones como hacer deporte en las horas centrales, trabajar en la calle o estar demasiado tiempo en una zona muy calurosa sin hidratarse.
Leandro Palomo, responsable de Salud y Seguridad de TK Home Solutions, ha recordado que nadie está libre de poder sufrir un golpe de calor, pero "hay que tener especial cuidado con las personas mayores, que forman parte de un grupo vulnerable" al perder la capacidad de sudoración.
Los síntomas varían dependiendo de la gravedad del golpe de calor, pero debemos tener en cuenta dolores de cabeza, temperaturas elevadas persistentes, piel seca y enrojecida, fatiga y mareos, náuseas y desorientación.
Para evitar llegar a ese punto, debemos mantenernos hidratados bebiendo en pequeñas cantidades, pero regularmente. Además, es mejor no tomar bebidas alcohólicas o con cafeína. También conviene llevar ropa suelta y transpirable, con colores claros y tejidos ligeros.
Siempre que nos sea posible, es recomendable evitar salir a la calle en las horas centrales del día, marcadas entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde. En caso de necesitar salir durante estas horas, se debe buscar la sombra, y para bajar la temperatura corporal se puede colocar una toalla húmeda en la frente. También es aconsejable tener un ventilador o, en caso de no ser posible, desplazarte a lugares donde se tenga puesto el aire acondicionado.
Por otro lado, hay que hacer descansos de forma frecuente, especialmente si te encuentras trabajando en exteriores o haciendo ejercicio, para lo que lo mejor es buscar una sombra para realizar estas paradas. En este punto, hay que tener especial cuidado con niños y mascotas, a los que nunca se puede dejar dentro de un vehículo parado aunque sea por un corto período, ya que la temperatura en un coche se eleva rápidamente. También se debe vigilar a las personas mayores, a los que se tienen que explicar los síntomas con los que alertarse.
Por último, se recomienda disminuir la práctica deportiva, que debe realizarse preferiblemente a primera hora de la mañana o última de la tarde, cuando se haya ido el sol.
En caso de reconocer los síntomas de un golpe de calor en otra persona, hay que bajar su temperatura corporal colocándolo a la sombra y con agua tibia en frente, muñecas, axilas y cuello. Además, se deberá llamar a una ambulancia rápidamente, ya que el tiempo puede ser vital en este tipo de situaciones.