Las temperaturas en nuestro país se vuelven cada vez más extremas y traen consigo los temidos golpes de calor, que se han vuelto cada vez más frecuentes. Estos golpes de calor se producen cuando nuestro cuerpo experimenta un exceso de calor, sobre todo cuando este supera los 40ºC, y deja de ser capaz de regular nuestra temperatura. Así, esto suele producirse tras una exposición prolongada al sol o un gran esfuerzo físico a altas temperaturas.
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Cabe destacar que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre mayo y agosto de 2022 fallecieron un 20,5% más de personas que en 2019 a causa de golpes de calor, sobre todo por enfermedades crónicas de riesgo y en el contexto de los récords de altas temperaturas.
Además, entre la primavera y el verano del año pasado, momento en el que las temperaturas alcanzaron máximos históricos, los golpes de calor incrementaron un 159% y los casos de deshidratación subieron un 113,7%. Es importante señalar que esta es la forma más grave en la que el cuerpo puede verse dañado por el calor y requiere tratamiento de urgencia, ya que puede provocar daños en el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos.
Sin embargo, ¿cómo podemos evitar llegar a estos extremos? la prevención es lo más importante para no correr ningún riesgo. En este aspecto, la farmacéutica Mar Santamaría nos recuerda que es importante mantener nuestra vivienda fresca y ventilada, para lo que debemos bajar las persianas a mediodía, acción que evitará que el calor se cuele en nuestra casa.
Es recomendable evitar salir en momentos de máxima insolación siempre que nos sea posible, así como buscar sombras, utilizar gorros y ropa fresca siempre que estemos fuera. La hidratación también es importante, por lo que debemos aumentar nuestro consumo de agua y evitar el alcohol, ya que este deshidrata.
Por otro lado, es mejor evitar realizar grandes esfuerzos o hacer deporte en el exterior en los momentos de mayor calor, y siempre debemos utilizar fotoprotección, una barrera extra contra la deshidratación. Además, podemos darnos un baño frío en los pies, una ducha rápida o refugiarnos en una instalación pública con aire acondicionado en momentos críticos.
¿CÓMO ACTUAR SI PRESENCIAMOS UN GOLPE DE CALOR?
En el caso de que te encuentres con una persona que esté sufriendo agotamiento, mareo, dolor de cabeza, sed intensa o taquicardia, es importante que la lleves a un lugar fresco, le apliques paños húmedos en la piel y le retires cualquier prenda o complementa que pueda provocarle más calor. Además, es importante que se hidrate bebiendo pequeños sorbos de agua.
En casos extremos en los que se produzca una pérdida de conocimiento, es importante colocar a la persona recostada sobre un lado y llamar al teléfono de emergencias sanitarias. Asimismo, hay que prestar mayor atención a las personas vulnerables, como son los bebés y niños, personas mayores, personas con enfermedades crónicas y trabajadores al aire libre.
