¿Y si Tesla se queda sin pilas? JP Morgan elige esta ganga para cargar coches eléctricos

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SPIE. Así se llama la apuesta de JP Morgan, que aprovecha la ocasión para reiterar su recomendación de 'sobreponderar' y subir el precio objetivo desde los 22 hasta los 23 euros por acción (con el título en los 20,70 euros) a la fabricante de instalaciones para la carga de coches eléctricos.

"Estas infraestructuras siguen representando una pequeña parte de la facturación de SPIE, pero el mercado está en un punto de inflexión y creemos que la compañía puede capitalizar en los próximos años su papel como subcontrata y proveedora para empresas mayores", argumenta la entidad estadounidense.

A continuación, JP Morgan se hace eco de los ambiciosos planes del Viejo Continente para allanar el camino al coche eléctrico y cumplir los objetivos medioambientales. En este sentido, sus analistas creen que esta hoja de ruta puede implicar un crecimiento del 30-40% para los cargadores de los coches eléctricos, y del 20-30% para las fabricantes de estos automóviles.

"Llevando a cabo ciertas asunciones sobre el desarrollo y los costes de instalación, creemos que SPIE tiene en Europa un mercado valorado en más de 45.000 millones de euros para la década que va desde el 2020 al 2030", explican desde JP Morgan.

SPIE publica los resultados de su primer trimestre el próximo 30 de abril. Para entonces, JP Morgan prevé que sus ingresos orgánicos caigan un 1%, algo mejor que el retroceso del 1,3% experimentado en el último trimestre del 2020. Además, creen que su Ebita estará en línea con lo esperado, y de cara a todo el 2021 anticipan un crecimiento orgánico del 4,5% y unos márgenes del 5,9% en la compañía.

Hablando de Tesla y cargadores, los de Elon Musk han publicado recientemente sus cifras en Europa, región en la que han alcanzado los 6.000 supercargadores, de los cuales 248 están en España. La fabricante de Fremont instaló su primer infraestructura de este tipo en Europa allá por 2013 en Noruega. El resto es historia.