Presenciar un accidente puede suponer un 'shock' para cualquier conductor, lo que aumenta el riesgo de acabar también herido. El Código Penal establece como "obligatorio" atender a toda persona que precise de auxilio, mientras que la Ley de Tráfico considera "muy grave la omisión de socorro", por ello, lo mejor es estar preparado. Estos son los 10 pasos que debes seguir para afrontar con éxito tal situación.
1. Parar a más de 100 metros del lugar del siniestro: acercarse demasiado puede poner en peligro tu integridad y la de todos los que te acompañan en el vehículo. La DGT recomienda estacionar el coche fuera de la calzada, siempre con las luces de emergencia encendidas.
2. Usar el chaleco reflectante: ayudará al resto de conductores a verte mejor y desde más lejos. El resto de ocupantes del vehículo deben alejarse de la calzada lo máximo posible.
3. Colocar los triángulos: para señalizar cuanto antes la incidencia en la carretera. Deben colocarse mínimo a unos 50 metros del siniestro, siendo visibles a 100 metros por los coches que se aproximan. En los cambios de rasante, deben colocarse al menos a 100 metros de distancia.
4. Llamar a las autoridades y servicios de emergencia: 112, Policía o Guardia Civil. Para facilitar su servicio, debes tratar de ser lo más claro posible en la descripción de la situación y mantener la calma para comunicar la incidencia con precisión.
5. Atender a los heridos: lo mejor es no moverlos si desconoces su gravedad y esperar a los servicios de emergencia para que actúen. Mientras lo hacen, puedes intentar que no pierdan la consciencia y tranquilizarles con tus palabras, mediante preguntas o una conversación que les obligue a seguir interactuando. También es correcto arroparles, para que conserven su temperatura corporal. Bajo ningún concepto se les debe dar agua, comida o cualquier tipo de medicamento.
6. Apagar los motores de los coches implicados: siempre con la llave de contacto. Si observas una fuga de combustible, lo más seguro es detenerla con arena.
7. Cuidado con la columna vertebral: una de las lesiones más comunes al intentar sacar a los heridos por riesgo de incendio del coche o que se esté sumergiendo en el agua. Precaución con los movimientos bruscos.
8. Si el accidentado es un motorista, nunca debes quitarle el casco: el motivo se debe a la cantidad de lesiones medulares y cervicales que se agravan involuntariamente por este hecho. Es necesario quitar el casco al conductor, pero debe de hacerse mediante unas manos expertas que preserven la salud del motorista.
9. Identifícate a las autoridades: y aporta toda la información que puedas. El número de personas implicadas, la situación que desencadenó el accidente o el tiempo que ha transcurrido hasta su llegada.
10. No interrumpas el trabajo de los profesionales: y sigue siempre sus instrucciones.
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