Los radares de velocidad no son exactos, por lo que cuentan con un margen de error que se aplica a la detección de velocidad a la que circulan los vehículos. Sin embargo, ha habido ocasiones en las que la Dirección General de Tráfico (DGT) no ha aplicado correctamente ese margen a la hora de multar, lo que ha hecho que se vea obligada a anular la sanción a miles de conductores, además de devolver los puntos y el importe de la multa.
De hecho, las sentencias judiciales que condenan a la DGT cada vez son más numerosas. ¿El motivo? No corregir la velocidad captada por los radares dependiendo del margen del error, con lo que se considera que muchas de las multas impuestas por exceso de velocidad no deberían haberlo sido.
Los juzgados que han llevado a cabo las sentencias a favor de los conductores consideran que el radar no realiza una medición exacta de la velocidad del vehículo. Por el contrario, los Abogados del Estado opinan que estos radares no tienen nada que corregir y que velocidad la captada por la máquina es el único parámetro para determinar si se cometió o no infracción, independientemente de la velocidad real del vehículo.
Los conductores se encuentran en una situación de inseguridad ante las opiniones dispares
En este contexto, los conductores se encuentran en una situación de inseguridad ante las opiniones dispares. Además, no existe jurisprudencia para que haya la posibilidad de que el Tribunal Supremo unifique el criterio que se debe seguir.
Pero, ¿cuál es la norma que defienden? Si la velocidad del vehículo supera los 100 kilómetros por hora, se aplicará una reducción del 5% o del 7% en función de su la medición se hace en posición estática o en movimiento, respectivamente. Si, por el contrario, la velocidad del vehículo detectada por el radar es igual o inferior a 100 kilómetros por hora, se restarán 5 o 7 kilómetros, teniendo en cuenta los mismos condicionantes citados anteriormente.
Por lo tanto, a los conductores sancionados les conviene revisar las multas por si acaso les corresponde esta devolución, ya que nunca está de más recibir un dinero con el que no contábamos.
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