MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La empresa de tecnología Continental ha encargado el primer vehículo de pruebas de neumáticos sin conductor para diferentes tipos de superficie de carreteras en su centro de pruebas de Uvalde, en Texas (Estados Unidos), según ha informado la compañía en un comunicado.
El nuevo vehículo de pruebas se basa en el sistema automatizado 'Cruising Chauffeur', que la compañía alemana desarrolló para su uso en autopistas. El vehículo se controla mediante un sistema de navegación por satélite gracias a sus sensores de cámara y radar.
El automóvil puede reaccionar de manera inmediata ante personas, animales u otros objetos inesperados que haya sobre la vía, incluso sin necesidad de un conductor. El equipo de desarrollo de Uvalde (Estados Unidos) contribuye a hacer realidad la estrategia 'Vision Zero' de Continental, centrada en lograr una conducción sin accidentes.
El objetivo es que los resultados de las pruebas de los neumáticos de turismos y camiones ligeros minimicen los efectos del protocolo de ensayo y sean más concluyentes.
"En situaciones de emergencia, el nivel de tecnología de los neumáticos es un factor decisivo a la hora de saber si un vehículo frena a tiempo. Gracias a las pruebas de neumáticos con un vehículo automatizado, logramos resultados de pruebas muy concluyentes y, por tanto, garantizamos la calidad de nuestros neumáticos", explicó el miembro de la junta directiva y jefe de la división de Neumáticos de Continental, Nikolai Setzer.
Desde 2016, el equipo dirigido por el jefe de pruebas de Neumáticos de Continental, Thomas Sych, trabaja en las pruebas de los neumáticos del futuro en Uvalde (Estados Unidos). "Queremos automatizar y, de esta forma, normalizar las pruebas de neumáticos hasta tal punto que incluso podamos identificar las diferencias más pequeñas", señaló Sych.
Uno de los principales desafíos en la fabricación de neumáticos, según afirmó la compañía, es llevar a cabo pruebas de calidad mientras se utilizan los neumáticos. Los compuestos de caucho y los modelos de neumáticos de última generación deben probarse en condiciones reales para comprobar su funcionamiento correcto, ya que incluso las desviaciones más pequeñas en la pista de pruebas pueden tener consecuencias importantes en la calidad de los resultados de las mismas.