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Tesla y burbuja vuelven a convivir juntas en la misma frase. Otra vez, sí. El último oso que ha salido de su hibernación es Craig Irwin, analista senior en Roth Capital, que mantiene a la fabricante de coches eléctricos un precio objetivo de 150 dólares por acción.
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¿Y si Tesla se queda sin pilas? JP Morgan elige esta ganga para cargar coches eléctricosRecordemos que los títulos de Tesla cotizan un poco por encima de ese precio objetivo, en los 684 dólares con acción. Cuando Irwin reiteró su lapidario precio objetivo a los de Elon Musk, estos cotizaban en los 691 dólares, es decir, un 78% por encima.
Que Tesla supere las estimaciones "ya está descontado por su valoración actual", ha defendido Irwin en declaraciones a la CNBC este martes. La capitalización bursátil de la compañía, que está en torno a los 660.000 millones, es demasiado alta para "un 'jugador' pequeño" dentro de la industria del automóvil, asegura.
"Para mí, no se basa en sus fundamentales y lo veo como una dislocación del mercado", añade Irwin, que ve a otras empresas del sector "con mucho potencial para ser exitosas" y demostrar que "Tesla sí tiene rivales, aunque la gente esté asumiendo que no". De hecho, este analista espera grandes cosas de las ventas de coches eléctricos, industria que mal que le pese, los de Musk siguen liderando.
Tesla tiene "sus cosas buenas", reconoce Irwin. El problema sigue siendo su valoración. Para que estuviese justificada, "deberían cumplir sus promesas respecto a los coches autónomos y los robotaxis", sugiere, señalando que es un área de negocio que los de Musk parecen haber olvidado al mismo tiempo que otras compañías redoblan sus apuestas con "una tecnología vastamente superior".
¿Y SI SE QUEDA SIN PILAS?
Hay que estar preparados para todo. JP Morgan es consciente de ello, y en uno de sus últimos informes se queda con una compañía que fabrica instalaciones de carga de coches eléctricos. Su nombre es SPIE, y la entidad estadounidense no solo mantiene su consejo de 'sobreponderar' sus títulos, sino que además les dedica un precio objetivo de 23 euros, por encima de los 20,70 euros en los que cotiza.
"Estas infraestructuras siguen representando una pequeña parte de la facturación de SPIE, pero el mercado está en un punto de inflexión y creemos que la compañía puede capitalizar en los próximos años su papel como subcontrata y proveedora para empresas mayores", explicaba JP Morgan.