La creciente concienciación por el cuidado del medio ambiente y los desafíos a los que se enfrenta el planeta para frenar el cambio climático están cambiando la forma de consumir de los ciudadanos, y cada vez más compradores muestran un mayor interés por los coches eléctricos frente a los convencionales. Sin embargo, el acceso a este tipo de vehículos se complica cuando el precio se convierte en una barrera difícil de tumbar.
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¿Un coche eléctrico para dominarlos a todos? GM promete uno para cualquier bolsilloLos EV (vehículos eléctricos, por sus siglas en inglés) siguen siendo un lujo que no todos se pueden permitir, debido a su elevado precio y escaso recorrido, según el informe 'Electric Vehicle Transition' elaborado por la institución financiera Citi. Concretamente, los consumidores estiman que el precio es un 10%-30% más caro que los vehículos diésel y gasolina. No obstante, el estudio revela que el valor de venta de estos coches puede ser hasta un 47% superior.
El precio de venta tan disparado se debe, principalmente, al coste de las baterías. Los compradores lamentan que este componente todavía no está del todo desarrollado. De hecho, los fabricantes han criticado duramente a las compañías químicas y de suministro de baterías por su inacción para abaratar el coste de esta parte fundamental para los 'cero emisiones'.
Además, pese a un aumento considerable de la demanda durante los últimos años, el sector automovilístico se muestra reacio a vender la cantidad que los reguladores les exigen, especialmente a nivel europeo, con el objetivo de limitar el parque automovilístico más contaminante. Por ello, temen que la compra de EVs no cubra el nivel de producción y acaben registrando pérdidas.
LA DEMANDA, AL ALZA EN TODO EL MUNDO
Aludiendo a varias encuestas realizadas por la multinacional financiera, la principal barrera en la adquisición de un coche eléctrico es, fundamentalmente, el precio. Tras él, le siguen otras preocupaciones como el número de infraestructuras y puntos de carga o el rango de recorrido que pueden alcanzar estos vehículos con la batería completa.
Aun así, se ha registrado un aumento en las ventas a nivel mundial. El dossier concreta tres regiones: Estados Unidos, China y Europa. Comenzando con el continente europeo, las mejores cifras se obtuvieron en el tercer y cuarto trimestre de 2020, con más de 250.000 ventas en diciembre, si bien consideran que este crecimiento ha estado casi totalmente impulsado por la regulación europea.
Por su parte, las ventas en China han seguido también una tendencia alcista, aunque a menor ritmo, con su mayor nivel de demanda a finales del año pasado (el 9% del total de coches vendidos en diciembre eran eléctricos). A diferencia de Europa, estos incrementos han estado menos condicionados, según Citi, por la regulación, además de la menor preocupación de los chinos por factores como el rango de kilómetros o los puntos de carga.
En Estados Unidos, el movimiento sostenible todavía no se ha abierto al sector automovilístico y la demanda ha crecido muy tímidamente. Exactamente, en 2020 el 1% de los vehículos vendidos correspondían al segmento eléctrico.
OBJETIVO, CERO EMISIONES
El plan de alcanzar las cero emisiones de CO2 está todavía lejos, y el sector reconoce que deben adaptarse a las nuevas necesidades. De hecho, la financiera lamenta la excesiva heterogeneidad en las emisiones entre países de la UE y sospechan que estas puedan ir en aumento por la mayor potencia y el incremento del peso de los vehículos con el paso del tiempo.
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A este respecto, desde 2009 se ha mantenido un crecimiento gradual en la potencia de los coches, del mismo modo que en el peso medio. Aun así, el estudio aclara que los países que mantienen unos impuestos sobre emisiones más fuertes registran una menor huella de dióxido de carbono que países como Alemania o Reino Unido. De aquí se extrae que los vehículos fabricados en Francia, por ejemplo, tengan una menor potencia y peso con el fin de cumplir el nivel de emisiones de CO2.
Según el informe, Citi estima que las ventas de EVs superarán los 29 millones a nivel mundial para 2030, de los que 7,1 millones procederían de Europa. En esta línea, se espera también que la demanda de vehículos eléctricos suba hasta llegar a un 42% del total del parque automovilístico europeo.
Con estas cifras, los expertos apuntan que las emisiones de CO2 se colocarán en nueve años por debajo de los 60 gramos por kilómetro (actualmente en unos 90 gramos). La normativa europea ya está exigiendo a los fabricantes que limiten los niveles de carbono con el objetivo de reducir para 2030 las emisiones en un 37,5% y alcanzar la neutralidad climática en 2050.