- El enfoque del famoso inversor es estar realmente seguro de algo antes de comprarlo para mantenerse y no tener que vender
- Al decidir si invertir o no en una compañía, una de las primeras preguntas que un inversor debería hacerse es ¿cuánto tiempo planeo quedarme aquí?
Warren Buffett es sinónimo de éxito y, más concretamente, de éxito inversor. Por eso, cada vez que se habla del multimillonario inversor, son muchos los que quieren saber lo que se cuenta, porque sus consejos tienen un valor incalculable para todos aquellos que buscan ganar, al menos, una millonésima parte de lo que él gana en bolsa.
"Un inversor necesita hacer muy pocas cosas bien si evita grandes errores" o "la regla número uno es no perder dinero nunca, y la segunda, no olvidar la regla número uno", son algunos de sus míticos consejos. Pero hay uno que siempre aplica en sus inversiones y que tiene que ver con una frase también acuñada por el famoso inversor: "El tiempo es amigo de los buenos negocios y enemigo de los mediocres".
"El tiempo es amigo de los buenos negocios y enemigo de los mediocres", señala Warren Buffett
Y es que, al decidir si invertir o no en una empresa, Buffett y sus socios siempre tienen presente la 'longevidad' de la misma, es decir, si ésta perdurará o no en el tiempo. "Lo sabemos cuando la vemos", dijo el reputado inversor en la reunión anual con accionistas de su compañía, Berkshire Hathaway, este pasado fin de semana. "Valoramos si es un negocio que, por una razón u otra, puede proyectarse a 10 ó 20 años vista, y analizamos si la ventaja competitiva que tiene en el presente durará durante ese periodo".
En pocas palabras, Buffett decide invertir en un negocio si concluye que éste va a durar. En un interesante artículo firmado por Emmie Martin en CNBC, ésta explica que Buffett utilizó este criterio cuando compró Caramelos See con el socio comercial Charlie Munger en 1972 y cuando gastó más de 1.000 millones de dólares en acciones de Coca-Cola en 1988.
Rover Lowenstein, biógrafo de Buffett y autor del libro 'Buffett: The Making of an American Capitalist' ('Buffett: la fabricación de un capitalista estadounidense'), explicó en una entrevista esta premisa del famoso inversor. "Su enfoque es estar realmente seguro de algo antes de comprarlo y una de las maneras que tiene para aplicar esta disciplina es no vender nunca, por lo que debe estar realmente seguro de que algo le gusta para invertir en ello", explica Lowenstein, y recalca: "Lo verdaderamente importante de su disciplina es su premisa de comprar cosas sólo cuando realmente le gustan".
Al decidir si invertir o no en una compañía, una de las primeras preguntas que un inversor debería hacerse, si aplica el consejo de Buffett, es ¿cuánto tiempo planeo quedarme aquí?. Al final, apunta Martin en su artículo, este consejo se puede aplicar también a otras inversiones que puedan hacerse en la vida. Por ejemplo, la que hace el inquilino de un inmueble, quien, si opta por vivir más tiempo en una vivienda, al final la comprará y obtendrá un mejor retorno -una vivienda en propiedad- que si vive menos tiempo en ese lugar y decide hacerlo de alquiler. Ocurre lo mismo con otros vienes de consumo, como la ropa, los electrodomésticos, los muebles... Si se piensa en el largo plazo al adquirirlos y se tiene en cuanta la importancia de su durabilidad, se conseguirán mayores beneficios que si se opta por la opción más barata que, a la larga, será más cara en términos de coste por uso.