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Wall Street ha registrado una corrección superior al 3% (Dow Jones: -3,58%; S&P 500: -3,39%; Nasdaq: -3,10%) tras su fuerte rebote del miércoles, en una semana salvaje dominada por la volatilidad tras cerrar su peor semana desde la crisis financiera mundial del 2008. Como dato, dos de cada tres valores del S&P 500 sigue en territorio de corrección. Recordamos que el Dow Jones rebotó un 5% el lunes, se desplomó un 3% el martes y volvió a rebotar un 4% este miércoles.
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El rebote del miércoles estuvo sostenido por la victoria de Joe Biden en el Supermartes demócrata. El mercado quiere la reeleción de Trump, pero ha demostrado que, si tiene que tolerar a un candidato demócrata, debe ser el exvicepresidente de EEUU y segundo de Obama en la Casa Blanca.
En Estados Unidos, la alarma por el coronavirus ha aumentado después de que California haya decretado el estado de alerta por un repunte de los infectados.
Las autoridades han ampliado los test para detectar el Covid-19 a cualquier paciente con síntomas, por lo que los expertos anticipan un repunte de nuevos casos a nivel nacional. Por ejemplo, en Nueva York el número de infectados se ha duplicado hasta 22 en un solo día.
Y luego está la Fed. La rebaja de tipos por sorpresa fue considerada demasiado agresiva por los especialistas, entre los que se incluye Richard Harris, CEO de Port Shelter: "No estamos ni de lejos en una situación en la que la Fed debería actuar así. Debes preguntarte por qué actúa así y usa casi toda su munición tan rápido", opina este experto.
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Frank Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors, es aún más crítico al opinar que "la intervención de los bancos centrales en esta etapa es inútil, incluso insalubre". Para Dixmier, "nos dirigimos hacia un shock en la demanda" que no se arregla con recortes de tipos y la Fed "está quemando municiones que podría no tener en caso de una recesión severa".
Los analistas de Union Bancaire Privée (UBP) afirman que "si bien una crisis de demanda económica prolongada es en sí misma problemática, los inversores no deben subestimar la posibilidad de una crisis crediticia perjudicial como efecto secundario. Incluso en escenarios de crisis crediticias modestas se corre el riesgo de que se produzcan nuevas caídas de entre el 15% y el 30% en las acciones regionales".
A nivel empresarial, el consejo de administración del fabricante de ordenadores personales e impresoras HP considera que la oferta de compra de unos 35.000 millones de dólares planteada por su rival Xerox "no va en el mejor interés de los accionistas", a los que recomienda rechazar la propuesta.
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En el Viejo Continente, el Ibex ha cedido un 2,5% lastrado por Santander y el resto de bancos ante el temor de que el BCE siga los pasos de la Fed. En Asia, al otro lado del Pacífico, China ha liderado las ganancias tras los estímulos de los bancos centrales por el brote de Wuhan.
En otros mercados, el petróleo West Texas cae un 1,8%, hasta 45,90 dólares, pese a que la OPEP ha recortado su producción en 1,5 millones de barriles para afrontar el desplome de la demanda debido al coronavirus. El recorte debe ser apoyado por Rusia este viernes, y además no puede contrarrestar la caída de la demanda, que asciende ya a 6 millones de barriles diarios, hasta unos 33 millones.
Por su parte, la onza de oro repunta un 1,9%, hasta 1.674 dólares, tras marcar el pasado lunes máximos de siete años cerca de 1.700 dólares. Desde el banco estadounidense Citi, han actualizado su previsión sobre el oro y ahora consideran más probable un escenario en el que los precios se dirijan hacia los 2.000 dólares en un plazo de 12 a 24 meses.
Además, la rentabilidad del bono americano a 10 años cae hasta el 0,90% y ha marcado mínimos históricos. La caída en el rendimiento de los bonos supone una presión adicional para el sector bancario, ya que el Índice KBW Banks, que agrupa a los principales bancos americanos, se desploma casi un 6%. La rentabilidad de las hipotecas a 30 años también ha marcado un mínimo histórico en el 3,29%. Por último, el euro se aprecia un 0,83% y se cambia a 1,1226 dólares y el Índice VIX de volatilidad ha vuelto a dispararse un 26%, hasta 40,43 puntos.
