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Wall Street ha registrado ventas en el final de una semana volátil. El lunes, la Bolsa de Nueva York registró su mayor caída del año, con pérdidas cercanas al 3% para el Dow Jones y el S&P 500 y de casi el 4% para el Nasdaq. La escalada de la guerra comercial entre China y EEUU provocó nuevos temores sobre un frenazo económico y una caída importante en el rendimiento de los bonos. Sin embargo, los índices neoyorquinos han rebotado con fuerza en las tres últimas sesiones y han recuperado las pérdidas del lunes, aunque este viernes finalmente se han impuesto las caídas y el saldo semanal es ligeramente negativo, aunque inferior al 1%.
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Trump corta el grifo a Huawei hasta que China retome las compras agrícolasNo obstante, la preocupación sobre la guerra comercial sigue muy presente entre los inversores. Trump ha cortado el grifo a Huawei hasta que China retome las compras de productos agrícolas a EEUU.
Washington exigirá ahora una licencia especial a las empresas estadounidenses que pretendan hacer negocios con Huawei. El secretario de Comercio, Wilbur Ross, ha asegurado que ya han recibido más de 50 solicitudes a este respecto.
Las ventas han aumentado después de que Trump haya alejado la posibilidad de un acuerdo con China a corto plazo, lo que anticipa que los aranceles previstos para el 1 de septiembre entrarán en vigor.
"Nos está yendo muy bien con China. Estamos hablando con China. No estamos listos para llegar a un acuerdo, pero veremos qué sucede", ha comentado en declaraciones a la prensa.
LA COTIZACIÓN DEL YUAN
A nivel monetario, el Banco Popular de China sigue con el giro de su política sobre el yuan y ha vuelto a permitir que la moneda se debilite por encima de los 7 yuanes por dólar por segundo día consecutivo. El banco central ha ubicado el punto medio cambiario, alrededor del que sólo permite fluctuar la moneda un 2%, en los 7,0136 por dólar, su nivel más débil desde el 3 de abril de 2008.
Sin embargo, la depreciación de la divisa es más lenta de lo esperado y envía señales de esperanza a los inversores de que China no se ha metido de lleno en una guerra de divisas, a consecuencia de las tensiones comerciales con EEUU.
"El anclaje diario del yuan ha sido un importante impulsor del mercado esta semana”, indica Stephen Innes, analista de VM Markets, “pero hasta ahora los peores miedos se han evitado, ya que el banco central chino no permite que la moneda se debilite sin motivo”. En su opinión, los operadores seguirán con mucha atención dónde está “la siguiente barrera”.
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"Es probable que los mercados permanezcan volátiles durante el resto del verano y las condiciones pueden mejorar tan rápidamente como pueden deteriorarse", señalan los analistas de UBS AM.
"A muy corto plazo", añaden, "nos centramos en si EEUU emite algunas exenciones parciales para permitir a las empresas estadounidenses seguir enviando productos a Huawei. Esto fue parte del acuerdo original del G20 en Japón, junto con el acuerdo de China de aumentar las compras".
En su opinión, tal medida (y la consiguiente compra de productos agrícolas) "reduciría significativamente las tensiones y probablemente llevaría al presidente Trump a descartar el plan de aumentar los aranceles el 1 de septiembre". Aunque reconocen que "la imposición de aranceles en septiembre sería negativa para el crecimiento global y los activos de riesgo".
EMPRESAS Y OTROS MERCADOS
En el panorama empresarial, Uber se ha desplomado un 7% después de que la empresa de transporte con conductor mediante aplicación móvil haya presentado una pérdidas superiores a 5.000 millones de dólares durante el segundo trimestre.
En otros mercados, la rentabilidad del bono americano a 10 años cae hasta el 1,73% tras haber bajado hasta el 1,63% el miércoles, aunque sigue por debajo del rendimiento del bono a 3 meses, que se encuentra en el 1,99%. La inversión de la curva de tipos en EEUU anticipa una recesión para la economía estadounidense.
Por su parte, el euro se aprecia un 0,18%, hasta 1,1198 dólares, mientras el petróleo West Texas repunta un 3,4%, hasta 54,37 dólares. Los precios del crudo se recuperan ante la esperanza de un nuevo recorte de producción de la OPEP.