Febrero ha sido el mes de la 'explosión' del coronavirus. A finales de enero saltaba la crisis con la suspensión del Año Nuevo Lunar en China para evitar que el brote fuera a más, y durante todo el mes pasado el virus ha ido creciendo en el país asiático y se ha extendido por todo el mundo. Esta circunstancia ha hecho que las bolsas mundiales se hayan desplomado, con caídas generalizas del 9% de media. Sin embargo, entre tanto número rojo, resulta sorprendente comprobar que la bolsa china, y más concretamente el índice Shenzhen, no sólo se salva de la quema sino que terminó febrero con una subida importante del 8%.
Los índices chinos permanecieron cerrados debido a la festividad del Año Nuevo entre el 23 de enero y el 3 de febrero, cuando volvieron a la normalidad con desplomes del 7%. Sin embargo, según iba avanzando el mes, se fueron recuperando. "El mercado está probablemente valorando que allí se está conteniendo mucho más el problema del coronavirus y apuesta por una recuperación mucha más rápida de esa economía", explica José María Rodríguez, analista de Bolsamanía. "Esto no ocurre en Europa. Aquí está demostrado que tenemos siempre muchísima menos capacidad de reacción", añade, al tiempo que subraya que EEUU también reacciona siempre más rápido.
El ministerio de Comercio chino ha declarado que la mayoría de regiones está viendo cómo más del 50% de los exportadores reanudan las operaciones. También ha señalado que el impacto del virus en la industria electrónica no es significativo y que la demanda automotriz muestra fuertes signos de repunte. En EEUU, la Reserva Federal ha recortado ya los tipos en 50 puntos básicos y ha aprobado una partida de 8.300 millones para actuar contra el coronavirus. "Aquí en Europa lo único que han dicho es que están preparados para tomar medidas, sin concretar nada", subraya Rodríguez.
Monica Wang, gestora de Eurizon, resume esta idea al afirmar que "China estará bien". Wang resta importancia al impacto económico del virus sobre el país, del que destaca su resiliencia basada en el gran peso de su consumo y producción doméstica. "Ahora mismo me preocupan más el resto de países. China y sus billones de reservas pueden afrontar prácticamente cualquier situación, mientras que regiones como Europa, con su BCE, se han quedado sin balas", apostilla.
LOS CASOS REMITEN
Los casos de coronavirus en China están remitiendo, lo que alimenta esa sensación de optimismo respecto a la región y su mayor capacidad para salir de esta crisis. La tasa de crecimiento de los contagiados se ha mantenido por debajo del 1% intradía durante once días consecutivos, lo que implica un avance hacia la etapa de decrecimiento, señalan desde JP Morgan. Esto, mientras en el resto del mundo se observa una mayor tasa de crecimiento de la infección.
Como resultado, la contribución de China a las infecciones mundiales ha bajado del 99% al 90% en los últimos 20 días. "A medida que la curva de infección neta de China se va reduciendo, la atención se centra en el desarrollo de la infección fuera de China. Mantenemos nuestras previsiones de infecciones diarias en China por debajo de 400 esta semana. Nuestra previsión es que la curva de infección de China termine a finales de mayo/mediados de junio en un escenario neutral/positivo", explican desde el banco estadounidense.
RUSIA, LA PEOR
Si el Shenzhen fue la mejor bolsa a nivel mundial en febrero, con subidas del 8%, Rusia fue la peor, con un desplome del 13%. "Se debe al petróleo y a las fuertes caídas que está registrando", explica Rodríguez. Asimismo, es importante destacar que la bolsa rusa fue la mejor en 2019, con una subida de más del 40%.
En Europa, el Ibex se dejó un 6,8% el mes pasado, mientras que Italia perdió un 5%. Francia y Alemania, por su parte, cedieron en torno a un 8%.
En EEUU, el S&P recortó cerca de un 8% en febrero, el Dow Jones, un 9,6% y el Nasdaq 100, un 6%. Destaca en Latinoamérica la fuerte caída de la bolsa de Brasil en febrero, del 12%.