En un hito trascendental, los negociadores del Consejo y del Parlamento Europeo han firmado un acuerdo provisional para la reforma del mercado eléctrico.
La meta principal de esta iniciativa es reducir la dependencia de los precios de la electricidad de los combustibles fósiles, con el propósito de salvaguardar a los consumidores de posibles aumentos en las tarifas.
Este acuerdo, alcanzado tras 10 horas de negociación, representa un paso significativo hacia la sostenibilidad y la protección económica de los ciudadanos.
Busca fomentar la diversificación de las fuentes de energía, no solo para mitigar los riesgos vinculados a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles, sino también para promover una transición hacia fuentes más limpias y renovables.
Aunque el pacto está en una fase provisional, se anticipa que su implementación aportará mayor estabilidad y previsibilidad al mercado eléctrico de la Unión Europea. Esto se traducirá en beneficios directos para los consumidores, ofreciendo un entorno más equitativo y sostenible en términos de costes energéticos.
Entre las medidas que se han pactado, destacan que los países puedan apoyar exclusivamente la compra de nueva generación de renovable cuando las condiciones lo permitan a través de los acuerdos de compra de energía a largo plazo (PPA). También se establecen los criterios para declarar una crisis relacionada con los altos precios de la energía.
"Este acuerdo es una gran noticia, ya que nos ayudará a reducir aún más la dependencia de la UE del gas ruso e impulsar la energía libre de combustibles fósiles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero", ha señalado Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y una de las impulsoras del acuerdo.