Espaldarazo de UBS Global Wealth Management a la renta variable. Los expertos de esta firma creen que aún hay recorrido al alza para las bolsas mundiales, e incluso le ponen cifra: auguran que todavía pueden subir entre un 5% y un 10%. Por eso dicen que las acciones son una buena inversión, aunque avisan de que hay que ser selectivos. Mercados emergentes, valores financieros y energéticos y las empresas de pequeña capitalización son las mejor posicionadas para que los inversores saquen provecho.
En concreto, la preferencia de los expertos de UBS es clara: mercados emergentes de Asia, y más en particular de China. También apuestan por los valores cíclicos y los 'value', es decir, aquellos cuyo rendimiento irá de la mano de la recuperación económica y los que tienen actualmente valoraciones inferiores de las que podrían justificarse por su posición financiera.
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Olvide la bolsa de EEUU y apueste por el 5G: los consejos de UBS para triunfar en 2021Todo esto, eso sí, bajo la expectativa de que la recuperación se acelere según avanza el año, lo que seguiría apoyando una rotación desde los sectores de gran crecimiento, como el tecnológico, hacia los sectores que se benefician de la aceleración de la producción industrial y del aumento de la inflación.
"Las empresas de pequeña capitalización tienden a ser más cíclicas en términos de su composición sectorial que las de mayor capitalización, por lo que son más convergentes con la recuperación económica, y sus valoraciones siguen siendo atractivas", dice Caroline Simmons, CIO de UBS Global Wealth Manegement en Reino Unido, en una carta con consejos de inversión que recoge CNBC.
Es más, remarca que "la relación precio/valor contable del MSCI Small Cap, en relación con el MSCI World, está por debajo de la media a largo plazo, por lo que las empresas de pequeña capitalización, a pesar de haberse comportado ya con bastante fuerza desde noviembre, siguen teniendo un precio atractivo".
EL SECTOR FINANCIERO Y LAS OPORTUNIDADES QUE OFRECE
Por otro lado, desde la firma señalan que las compañías financieras han tenido un rendimiento inferior al del S&P 500, en torno a un 5% desde finales de 2019, pero recientemente han comenzado a remontar a medida que la rotación hacia el valor y las expectativas de inflación cobraban ritmo. Por eso es un sector que no hay que perder de vista.
Además, UBS se refiere a la reciente subida del rendimiento de los bonos, que ha desencadenado una fuerte volatilidad en los mercados de renta variable. Muchos inversores han cuestionado las valoraciones de los sectores basados en el crecimiento y susceptibles de sufrir por la escalada de la renta fija, aunque según Simmons "los rendimientos más elevados y las curvas de rendimiento más pronunciadas suelen ser más útiles para las entidades financieras. Ayudan a sus márgenes de intereses netos y también suelen ver una mejora en los préstamos morosos".
Es más, esta experta remarca que una subida continuada de los bonos no significaría necesariamente el fin de las ganancias de la renta variable. "En los últimos 25 años ha habido 10 periodos en los que la rentabilidad del bono del Tesoro estadounidense a 10 años ha subido más de 100 puntos básicos, y en todos esos casos la renta variable mundial ha obtenido una rentabilidad plana o positiva".
De ahí el consejo de UBS de apostar por las acciones del sector financiero... y también por las del energético. La entidad destaca que estos títulos han tenido un rendimiento un 33% inferior al del S&P 500 desde finales de 2019, y por eso cree que hay un espacio considerable para la recuperación. De hecho, el prestamista suizo prevé que los precios del crudo Brent alcancen los 75 dólares por barril a finales de año, algo que ayudará a las empresas energéticas. Como apunta Simmons, las empresas energéticas ofrecen fuertes flujos de efectivo y rendimientos de dividendos.
"No creemos que los rendimientos de los bonos sean un riesgo. Lo que sí diré es que si suben de forma significativa, quizá por encima del 2,25% en EEUU, eso tendrá implicaciones para las valoraciones de la renta variable, y entonces se discutiría si el crecimiento de los beneficios es lo suficientemente fuerte como para compensar el impacto de la valoración o no", concluye Simmons.