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Las elecciones presidenciales de EEUU se acercan (se celebrarán el próximo 3 de noviembre) y cada vez son más los expertos que se lanzan a opinar sobre qué victoria, si la del republicano Donald Trump o la del demócrata Joe Biden, podría ser más beneficiosa para las bolsas. Todos hacen referencia a lo que dice la historia para hacer sus cábalas, pero la conclusión es clara: no se ponen de acuerdo.

Ninguno se atreve a señalar directamente a uno de los dos candidatos como el mejor. "No es tan simple", defienden los analistas de AJ Bell, que dicen que evaluar el comportamiento de la política desde el prisma de la renta variable es muy complicado. Y más ahora que los índices americanos están pulverizando todos los récords y marcando nuevos máximos históricos pese a la crisis del coronavirus.

"En términos muy crudos, los inversores podrían esperar que el mercado de valores de EEUU prefiriera un presidente republicano a uno demócrata, ya que el 'Gran Viejo Partido' es considerado generalmente como partidario de un gobierno pequeño y menos inclinado a interferir en asuntos de negocios y mercados libres que los demócratas", explica Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell. Sin embargo, matiza, "generalmente no ha funcionado así, al menos no en los tiempos modernos".

Y es que si se analiza lo ocurrido después de las 18 últimas elecciones presidenciales, es decir, desde que Harry S. Truman se proclamó ganador en las urnas allá por 1948, al Dow Jones le ha ido de media mucho mejor con los presidentes demócratas que con los republicanos. Y con un 2021 cada vez más inquietante por delante, muchos analistas se agarran a esto como a un clavo ardiendo. Es más, recuerdan que este índice ha tenido un mejor desempeño en el primer año de un mandato demócrata que de uno republicano, con ganancias medidas del 13,1%.

Aunque no todos los expertos se muestran convencidos con esta idea, y son más partidarios de recordar lo ocurrido desde que Trump ganó las elecciones de 2016. Aunque habían señalado al republicano como el candidato más negativo para los mercados por sus polémicas palabras sobre las relaciones con China o el muro con México, y su deseo de romper varios acuerdos comerciales, y su entonces rival, la demócrata Hillary Clinton era percibida como con más benevolencia, lo cierto es que a las bolsas no les ha ido nada mal durante el mandato del empresario.

El Dow Jones, por seguir con el mismo índice analizado en el caso anterior, ha subido un 40% desde que arrancase la legislatura, el 20 de enero de 2017, gracias a una expansión económica constante, recortes de impuestos y a que la Reserva Federal (Fed) ha seguido una política acomodaticia (ya había dejado de lado la subida de los tipos de interés antes de que el Covid-19 se extendiera por todo el mundo).

"Esto sugiere que hay algo más que política en juego cuando se trata de cómo funciona el mercado, ya que la política monetaria, el rendimiento económico y la posibilidad de choques exógenos (como una pandemia) son factores que hay que considerar", remarca AJ Bell.

EMPATADOS EN LAS ENCUESTAS

Todo esto sucede mientras Trump y Biden acortan distancias en las encuestas. "Estamos ante una carrera mucho más ajustada", remarcan los expertos de Berenberg, que ven tres posibles escenarios: Biden gana la presidencia con o sin mayoría demócrata en el Senado (escenarios 1 y 2), o Trump se queda en la Casa Blanca mientras el Congreso permanece dividido (escenario 3).

En los escenarios 1 y 2, Biden "probablemente desharía la desregulación de Trump y añadiría más regulaciones con una inclinación verde. Eso podría ser negativo para algunos sectores de la economía estadounidense", señala la firma alemana, que cree que el demócrata "perseguiría políticas exteriores y comerciales más tranquilas, incluyendo el intento de enfrentar a China conjuntamente con Europa en lugar de amenazar a todas las partes con guerras comerciales". "Eso sería probablemente positivo para el comercio y la manufactura mundial".

Pero si los demócratas también ganan una mayoría en el Senado, manteniendo la del Congreso, Biden también "podría deshacer muchos de los recortes de impuestos de Trump, añadir más subidas de impuestos y perseguir una política de gasto expansivo. Muchos observadores probablemente verían las subidas de impuestos como algo negativo para los mercados y la economía de EEUU".

Aunque si Trump resulta reelegido y el Congreso sigue dividido "simplemente ampliaría la situación actual". Sin embargo, afirma Berenberg, "como ya no tendría que preocuparse por las perspectivas de reelección, podría ser aún más propenso a ignorar a sus asesores más competentes" y el resultado de todo ello podrían ser "políticas aún más erráticas y perturbadoras, así como el riesgo de que acumulara una presión adicional sobre Europa y Alemania en particular, a pesar del daño que una guerra comercial entre EEUU y la UE causaría a todas las partes, incluidos los consumidores y muchos trabajadores estadounidenses".

Lo que está claro es que la temperatura política sólo aumentará a partir de ahora, ya que hay por delante tres debates presidenciales por televisión programados para el 29 de septiembre, 15 de octubre y 22 de octubre.

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