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¿Es hora de replantearse la inversión en renta variable? Esa es la pregunta que sobrevuela los mercados ante la incertidumbre económica y el aumento de los rendimientos tanto del efectivo como de otros activos de bajo riesgo. Algunos inversores han optado por reducir su exposición a la bolsa, pero los expertos de Capital Group señalan que este es "un buen momento" para invertir en renta variable. ¿Por qué? Pues porque la inflación comienza a estar bajo control y los bancos centrales podrían poner fin al endurecimiento de sus políticas monetarias.

Pero no vale cualquier inversión. Tal y como explican Andy Budden, director de inversión, y Katharine Dryer, directora de desarrollo de negocio de renta variable de Capital Group, ante la incertidumbre sobre el futuro y dado que la rentabilidad registrada por el mercado de renta variable desde principios de año ha venido impulsada por un número reducido de compañías (han sido las 'siete magníficas', Tesla, Apple, Nvidia, Microsoft, Amazon, Meta y Alphabet, las que han contribuido con más del 50% de la rentabilidad total), "el enfoque activo basado en el análisis fundamental puede ofrecer calidad y capacidad de resistencia".

¿Y qué nos dice ese análisis? Que hay que apostar por tres sectores que resultan "especialmente atractivos". "Pensamos que también hay muchas oportunidades para las compañías con fundamentales atractivos en otras áreas", dicen. "La dispersión de las valoraciones y los ciclos sectoriales ofrecen importantes oportunidades de inversión, que están respaldadas por tendencias positivas a largo plazo", comentan desde la gestora, y aconsejan apostar por estas áreas:

Sanidad: "Estamos entrando en una edad de oro del desarrollo de fármacos que puede mejorar enormemente la calidad de vida de las personas gracias a los avances en la terapia génica, la secuenciación del ADN y los diagnósticos y tratamientos basados en la inteligencia artificial", comentan los analistas de Capital Group.

Añaden que no todos los tratamientos tendrán éxito, por lo que "la gestión activa resultará crucial a la hora de identificar compañías capaces de generar valor a largo plazo".

Inteligencia artificial: como dicen Budden y Dryer, "el próximo revulsivo para la disrupción digital vendrá de la adopción y comercialización masiva de la inteligencia artificial". En su opinión, a medida que la inteligencia artificial vaya extendiéndose a todas las facetas de nuestra vida, "la profundidad del análisis global cobrará aún más importancia a la hora de identificar oportunidades atractivas de inversión a largo plazo".

"Las oportunidades son innumerables, desde el ámbito de la computación (procesadores, almacenamiento, memoria), a las infraestructuras, la programación y demás beneficiarios prácticamente ilimitados en todos los sectores principales", comentan.

Industria: por último, estos expertos apuntan que "una oleada de estímulos fiscales a lo largo de los próximos años podría impulsar la recuperación de la economía estadounidense". Bajo su punto de vista, ciertos proyectos como la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleo, que prevé un gasto de medio billón de dólares de aquí a 2030, "favorecerán a varias compañías del sector de la construcción y la ingeniería, así como al sector de los materiales de construcción".

De ahí que aconsejen no perder de vista a este sector. Aunque mencionan otra razón para ello, y es que "la relocalización debería beneficiar a algunas empresas del sector de la automatización".

EL COSTE DE QUEDARSE FUERA

Es importante elegir bien las inversiones, dicen Budden y Dryer, pero más importante es no dar la espalda a la renta variable. "Si bien es cierto que el efectivo ofrece actualmente un rendimiento atractivo y actúa como activo refugio en periodos de incertidumbre económica, al evitar la renta variable los inversores corren el riesgo de enfrentarse a una disminución de los rendimientos en el futuro, y también al coste de oportunidad que supondría quedarse fuera del mercado", remarcan al respecto.

Creen que la combinación de aumento de los diferenciales y reducción de los rendimientos "ofrece oportunidades atractivas en renta fija", pero recuerdan que "para lograr una cartera equilibrada con potencial para generar mayor rentabilidad a lo largo del tiempo se necesita incorporar también un enfoque selectivo en renta variable".

"Históricamente, la renta variable ha registrado sólidos resultados después de que los bancos centrales hayan puesto fin al endurecimiento de su política monetaria", señalan. En concreto, si se atiende a los periodos anteriores en los que la Reserva Federal dejó de subir los tipos, la rentabilidad media de la renta variable global en los siguientes 300 días fue del 11,8%, frente a la rentabilidad del 4,3% del efectivo.

Por eso creen que "ha llegado el momento de replantearse la inversión en los mercados de renta variable, con un enfoque activo que ofrezca flexibilidad y diversificación en un entorno de mercado cada vez más amplio, y equilibrando al mismo tiempo los riesgos y las oportunidades".

"El entorno macroeconómico continúa siendo incierto, pero hay razones para creer que nos acercamos a un punto de inflexión en lo que respecta a los tipos de interés que podría favorecer la inversión en renta variable", insisten los estrategas de Capital Group.

No obstante, reconocen es que "muy complicado" determinar el momento exacto en el que se producirá dicho punto de inflexión, por lo que "la forma de reajustar la exposición puede ser tan importante como decidir cuándo hacerlo".

"Un enfoque activo puede mitigar los riesgos que podría traer consigo la inversión en compañías con valoraciones excesivas e identificar oportunidades atractivas en sectores poco apreciados. Esta afirmación es válida en cualquier entorno de mercado, pero pensamos que las tendencias que se registran en ciertos sectores pueden ofrecer sólidas oportunidades a largo plazo a los inversores", concluyen.

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