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Definitivamente, las acciones de Telefónica atraviesan una corrección muy seria. Desde mediados de marzo, el valor se ha desinflado más de un 15% y el mercado ya se fija en los resultados semestrales para comprobar si estas caídas dejarán hueco para entrar o si, por el contrario, irán a más.
Esa corrección ha provocado que los títulos, que el 17 de marzo cerraron en los 10,6 euros, hayan llegado a cotizar por debajo de los 9 euros durante la mayor parte de la sesión de este lunes. Finalmente, y gracias a que su descenso final se ha limitado al 0,4%, ha defendido esa cota al cierre. Ha terminado en los 9,014 euros, aunque permanece en mínimos de febrero.
Las caídas de las últimas semanas desafían la visión de los analistas. El consenso de mercado recogido por FactSet otorga un precio objetivo de 10,55 euros a las acciones de la operadora, con lo que cuentan con un potencial del 17%. Además, el 45% de los expertos aconseja comprar sus títulos, el 39%, mantenerlos y sólo el 15%, venderlos.
Como contrapartida, la compañía soporta la presencia de los bajistas en su capital, con una posición total superior al 2%. Los cortos más activos son Boussard & Gavaudan IM, con el 1,23% del capital, y BNP Paribas, con el 0,78%.
Estos descensos se producen en un contexto en el que, tras lo mucho que los valores habían corrido en los primeros meses del año, los inversores buscan catalizadores adicionales. Y todos los ojos apuntan ya a los resultados semestrales, que en el caso de Telefónica se harán públicos el 27 de julio. En el primer semestre de 2016, la operadora presidida por José María Álvarez Pallete ganó 1.241 millones de euros, con unos ingresos de 25.235 millones de euros y un margen operativo del 12,2%. En el primer trimestre de 2017, la cifra de negocios se situó en los 13.132 millones, el beneficio neto alcanzó los 779 millones y el margen operativo bajó ligeramente al 11,9%.
Junto a la evolución de estas cifras, el mercado centrará su foco una vez más en la deuda. Tras terminar 2016 en los 48.595 millones -es decir, 3,2 veces el oibda o resultado operativo antes de devaluaciones y amortizaciones-, en el primer trimestre de 2017 la deuda financiera neta de la empresa subió hasta los 48.766 millones.
Aunque Telefónica anunció en octubre de 2016 que, además de recortar el dividendo, abandonaba su objetivo de reducir la deuda hasta las 2,35 veces/oibda a finales de 2017, también se comprometió con una rebaja orgánica de sus compromisos financieros, con lo que el mercado está a la espera de comprobar que esa nueva estrategia da sus frutos.