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MADRID, 07 MAR. (Bolsamania.com/BMS) .- El regulador de las telecomunicaciones de México, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), ha anunciado su intención de llevar a cabo los pasos necesarios para impulsar la competencia en dicho mercado, dominado ahora por América Móvil, el grupo del multimillonario Carlos Slim. En concreto, ha señalado que ha determinado quién es el “jugador” dominante o tiene una participación de gran tamaño en el sector, si bien, la legislación para implementar las reformas necesarias sigue pendiente.

Aunque no ha dado nombres, el organismo sí ha señalado que está en proceso de notificar esta información a los grupos implicados. Por el momento, un portavoz de América Móvil (que opera el 70% de la telefonía móvil del país y un 80% de la fija) ha reconocido que aún no han recibido ninguna comunicación del regulador, aunque en diciembre se le informó del inicio de los trabajos. Si bien, fuentes cercanas a la situación citadas por Reuters afirman que Televisa (60% del mercado televisivo) ya habría tenido noticias de Ifetel.

Recordemos que estas reformas permitirán al Instituto aplicar normas más estrictas a los grandes para hacer más equitativo el mercado para las compañías pequeñas. Sin embargo, sus esfuerzos podrían verse eclipsados por la ausencia de leyes secundarias que aún deben recibir el visto bueno del Congreso. De hecho, no se baraja la posibilidad de que las corporaciones dominantes tengan que escindirse en un futuro cercano, ya que el propio presidente del regulador ha reconocido que este opción sería un “último recurso para estimular la competencia”. Según el borrador de dicha legislación pendiente de aprobación (se podría presentar en los próximos días), Ifetel podrá obligar a las operadoras a tener que recibir su consentimiento a los términos de interconexión e infraestructuras compartidas cada año. Asimismo, las ofertas y promociones de descuento de los dominantes se verían obligados a tener que ser aprobados de forma expresa por el regulador.

Ya en diciembre, cuando se anunció esta reforma, los analistas de Link Securities explicaban que “estas medidas permitirán a Telefónica mejorar su situación competitiva en el país, donde es el segundo operador móvil pero también está teniendo caídas de ingresos y una cuota de mercado estancada”. Mientras, Alberto Espelosin, de Abante Asesores, señalaba a Bloomerg: “Tiene perfecto sentido que Telefónica aumente su presencia en México, un mercado con gran potencial de crecimiento”.

Y desde noviembre se especula con la posibilidad de que la teleco capitaneada por César Alierta compre Iusacell. A principios de febrero, el presidente de la operadora en el país, Francisco Gil Díaz, afirmaba: “Siempre ha estado en los planes de Telefónica adquirir otras empresas en México; hemos negociado con varias compañías desde que yo recuerdo. Llevo siete años en el grupo y, desde que entré, he visto posibilidades de compra”.

La compañía estaría a la espera de que se defina por completo la nueva regulación que pretende liberalizar el mercado mexicano. Además de Iusacell, los expertos de Bankinter señalan como otra candidata a Megacable: la primera cuenta con 7,2 millones de líneas, mientras que la segunda ostenta 6,2 (Telefónica, por su parte, tiene 19 millones). Bloomberg informaba entonces que estaría siendo asesorada por BBVA y Lazard (aunque El Economista señalaba a la entidad vasca y a Banco Santander) en la operación, e indicaba que Iusacell estaría valorada en unos 3.200 millones de dólares. Unos 2.350 millones de euros que, cifra Banco Sabadell, representarían un 5% de la deuda financiera neta de 2013 y un 4,7% de la capitalización de Telefónica. La firma catalana no descartaría “una operación, o algún otro tipo de acuerdo para maximizar los activos del país”.

En este sentido, los expertos de Ahorro Corporación Financiera (ACF) afirmaban que “la potencial adquisición de la operadora móvil Iusacell contaría con todo el sentido estratégico (cuenta con 7,2 millones de abonados móvil, esto es, una cuota del 7%, que generaron 4.199 millones de pesos mexicanos en ventas en el segundo trimestre de este año) y, desde el punto de vista económico, podría alcanzar los 1.500-2.000 millones de euros, importe asumible tras la reciente desinversión del negocio en República Checa y la reducida posición financiera a cierre del tercer trimestre de 2013. A los precios actuales, en caso de una potencial absorción por parte de Telefónica, implicaría una emisión de acciones del 4% del capital”.

A estas horas, Telefónica cae un 0,18%, hasta los 11,3700 euros.

S.C.
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