Las bolsas de la región Asia-Pacífico han terminado este lunes con subidas generalizadas (a excepción de Hong Kong) tras conocerse los datos de la inflación de China, que ha caído al ritmo más rápido en tres años. Los inversores asiáticos, igual que los del resto del mundo, esperan la semana grande de los bancos centrales en la que la Fed, el BCE y el BoE darán a conocer sus decisiones de tipos.
En concreto, los datos conocidos este fin de semana en China han mostrado que los precios al consumidor han caído en noviembre un 0,5% interanual hasta su nivel más bajo desde noviembre de 2020, más que la caída del 0,2% observada en octubre y también superior a las estimaciones del consenso, que auguraba un descenso del 0,1% en el IPC. La lectura ha revelado una débil demanda interna en el gigante asiático.
Además, se han conocido los datos del índice de precios a la producción (IPP), que ha caído un 3% interanual en noviembre, manteniéndose en territorio deflacionario por decimotercer mes consecutivo. Esta bajada es superior que la del 2,6% de octubre y también que la estimada por el consenso, del 2,8%. Se trata del decimocuarto mes consecutivo de caída del IPP y el más rápido desde agosto.
Así, el índice CSI 300 de China ha subido un 0,68% después de caer más del 1% en el inicio de la sesión, mientras que el índice Hang Seng de Hong Kong ha perdido un 1%. Por su parte, el Nikkei 225 de Japón ha terminado con alzas del 1,5% hasta los 32.791,80 puntos, mientras que el Topix ha ganado un 1,47% para cerrar en los 2.358,55 enteros. Los inversores japoneses tienen la esperanza de que el Banco de Japón no aumente los tipos de interés en su reunión de política monetaria de la próxima semana.
En Australia, el S&P/ASX 200 ha terminado con un alza del 0,06% hasta los 7.199 puntos, máximos de tres meses, y el Kospi de Corea del Sur ha cerrado con subidas del 0,3% hasta los 2.525,36. También en Corea, el Kosdaq de pequeña capitalización ha repuntado un 0,59% hasta 835,25 enteros.
