le premier ministre israelien benjamin netanyahu prononce un discours a lezion en israel

S&P Global Ratings ha revisado la perspectiva de sus calificaciones crediticias de Israel de estable a negativa. No obstante, ha confirmado el rating de la deuda a largo y corto plazo en moneda local y extranjera de 'AA-/A-1+'.

La decisión la ha tomado, según ha explicado en una nota, ante los riesgos geopolíticos que entraña el conflicto que mantiene con Hamás desde hace más de dos semanas.

"Aunque es difícil predecir la dirección de los acontecimientos, nuestro escenario base supone que la guerra entre Israel y Hamás seguirá centrada en Gaza y no durará más de tres a seis meses, pero existen riesgos de que pueda extenderse más ampliamente con un impacto más pronunciado en la economía y la situación de seguridad en Israel", comentan desde S&P.

Y la agencia añade que podría bajar las calificaciones de Israel "si el conflicto se amplía materialmente, aumentando los riesgos geopolíticos y de seguridad que enfrenta Israel". "También podríamos bajar las calificaciones en los próximos 12 a 24 meses si el impacto del conflicto en el crecimiento económico, la posición fiscal y la balanza de pagos de Israel resulta más significativo de lo que proyectamos actualmente", comenta.

En S&P pronostican ahora que la economía israelí se contraerá un 5% en el cuarto trimestre de 2023 en comparación con el tercero, antes de recuperarse a principios de 2024. "Nuestras previsiones actuales de crecimiento general son del 1,5% en 2023 y del 0,5% en 2024, seguidas de una aceleración al 5% en 2025 a medida que regrese la confianza y la reconstrucción y el ciclo de inversión se activen más plenamente", afirman.

Sobre la contracción que esperan para lo que queda de año, comentan que "se derivará de perturbaciones relacionadas con la seguridad y la reducción de la actividad empresarial, el reclutamiento de un gran número de reservistas (300.000, que representan el 3% de la población de Israel), el cierre del sector turístico extranjero, y un shock de confianza más amplio".

Asimismo, esperan que medidas presupuestarias adicionales para apoyar a los hogares y las empresas, así como un aumento en el gasto en defensa, aumenten el déficit promedio del gobierno general al 5,3% del PIB en 2023-2024, en comparación con el 2,3% del PIB en su pronóstico anterior. No obstante, creen que Israel "tiene varios amortiguadores que deberían ayudar a mitigar el impacto económico y fiscal".

En particular, se refieren al nivel de deuda pública, que "es moderado", aproximadamente el 60% del PIB. También a hecho de que las reservas internacionales del Banco de Israel "siguen siendo sólidas", con 199.000 millones de dólares (38% del PIB de 2022) a finales de septiembre de 2023, y "cubren la deuda externa bruta de toda la economía en 1,4 veces".

En cualquier caso, desde S&P remarcan que la perspectiva podría revisarse a estable "si el conflicto se resuelve, lo que resultaría en una reducción de los riesgos de seguridad regionales e internos sin un costo material a largo plazo para la economía y las finanzas públicas de Israel".

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