Las bolsas de la región Asia-Pacífico han terminado este jueves con signo mixto. Mientras que los mercados de Japón han sido los peores de la jornada, el S&P/ASX 200 de Australia ha tocado un máximo histórico intradía en los 7.901,20 puntos.
Sin embargo, al cierre se ha situado por debajo. En concreto, ha terminado con una subida del 0,99% hasta los 7.896,90 enteros, registrando su segundo avance consecutivo gracias, sobre todo, al buen desempeño de las grandes mineras como Rio Tinto o BHP.
En Australia se han conocido este jueves también las ventas minoristas, que aumentaron un 0,3% en febrero, según datos de la Oficina de Estadísticas del país. La lectura se ha situado por debajo de lo esperado por el consenso, que auguraba una mejora del 0,4%. En enero, las ventas minoristas australianas habían aumentado un 1,1%.
En Japón, el Nikkei 225 ha perdido un 1,46% y ha cerrado en 40.168,07 puntos, mientras que el Topix se ha dejado un 1,73% para cerrar en 2.750,81 enteros. El yen japonés sigue débil frente al dólar, después de haber tocado el miércoles los 151,97, su nivel más bajo en 34 años.
Estos mínimos de la divisa han alimentado la especulación sobre una posible intervención del Gobierno para respaldar la moneda nipona. De hecho, el ministro de Finanzas de Japón, Shunichi Suzuki, ya dijo a principios de semana que no se descartaría ninguna medida para "responder a movimientos cambiarios desordenados".
El CSI 300 de China ha subido alrededor de un 0,4%, después de que algunas informaciones apuntasen que el Banco Popular de China (PBoC por sus siglas en inglés) podría reiniciar la compra de bonos del tesoro, una herramienta de política monetaria que no ha utilizado en más de dos décadas.
El Kospi de Corea del Sur ha cerrado con una caída del 0,3% hasta los 2.745,82 puntos, mientras que el Kosdaq de menor capitalización ha perdido un 0,13% y ha terminado en 910,05. Por su parte, el índice Hang Seng de Hong Kong ha ganado un 1%.