Jumanji. Es la palabra que parece haberse proclamado en Wall Street a voz en grito. Las SPAC (special purpose acquisition company, o empresas de compra de propósito especial) son la nueva moda. Se las conoce como entidades 'cheque en blanco', y la SEC (Comisión de Mercados y Valores, el equivalente a la CNMV de EEUU) ya ha puesto la lupa sobre ellas.
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WeWork saldrá a bolsa gracias a una SPAC y valorada en 7.645 millonesHablando de la CNMV, nuestro organismo supervisor ha afirmado recientemente estar ya preparado para poner en marcha las SPAC en España.
Volvamos a Wall Street. Según ha informado este jueves Reuters, citando hasta a cuatro fuentes conocedores del asunto, la SEC ha pedido amistosamente a los bancos de EEUU, que se encargan de organizar el debut de las SPAC, cómo gestionan los riesgos inherentes a este proceso.
¿Qué son exactamente estas SPAC? Se trata de entidades que nacen únicamente con un objetivo: participar en una fusión o en la adquisición de otras empresas. Para ello, salen a cotizar al mercado sin estar respaldas por ningún plan o actividad empresarial, simplemente para captar dinero y hacerse con otra compañía que, esta vez sí, ofrezca rentabilidad a sus inversores. Por eso se habla de ellas como 'empresas cascarón'.
Según dos de las fuentes citadas por Reuters, la SEC ha pedido a la banca de Wall Street que les ofrezcan esta información voluntariamente pero, según otra de ellas, las misivas del organismo supervisor están firmadas por su fuerza policial, lo que sugiere que sea el inicio de una investigación formal.
Comisiones, volúmenes, protocolo interno... es toda la información que la SEC está queriendo recabar para montar su caso contra las SPAC, que tras verse asociadas a la inversión especulativa y los fraudes especialmente en la década de los 80, vuelven ahora a estar en el punto de mira.
Tras varias leyes y regulaciones, el verdadero espaldarazo a las SPAC vino de Goldman Sachs, que en 2016 suscribió la primera salida a bolsa de una de estas 'empresas cascarón'. Solo un año más tarde, la Bolsa de Nueva York abrazaba el debut de la primera compañía de cheque en blanco en casi una década.
Ahora, al regulador estadounidense le preocupa que las SPAC hayan vuelto a las andadas y se les esté usando para explotar información privilegiada una vez salen a cotizar y anuncian su objetivo de compra. En lo que llevamos de año, las SPAC ya han recaudado 170.000 millones de dólares, más que el total de todo el año pasado (157.000 millones), según datos de Refinitiv.
"¿QUÉ ESTÁ PASANDO?"
Las condiciones monetarias más favorables explican en parte el éxito de estas 'empresas vacías', que ofrecen a las startups una vía rápida para salir a bolsa sin tener que pasar por tanto escrutinio del organismo regulador. Según datos de la Universidad de Stanford, ocho de estas compañías que se han combinado con una SPAC, y además estaban 'apadrinadas' por algún famoso, han sido demandadas en EEUU durante el primer trimestre del año por esconder presuntamente las debilidades de su balance.
Desde la SEC han alertado a principios de marzo que "nunca es una buena idea" invertir en este tipo de empresas solo por conocer a alguien que esté asociado a la misma. Una de las fuentes de Reuters resume especialmente bien la situación que se está viviendo al otro lado del Atlántico: "A los mayores bancos de Wall Street les están preguntando: ¿Qué está pasando?".