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Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed).Sharecast / public domain image

La Reserva Federal (Fed) parece dispuesta a cambiar de rumbo. En el cónclave de Jackson Hole, el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell, anunció que había "llegado el momento" de "ajustar la política" monetaria del organismo y que "la dirección a seguir es clara", al tiempo que subrayaba que "el momento y el ritmo" de los recortes de tasas "dependerán de los datos". Las palabras de Powell desataron el optimismo en el mercado, un sentimiento que, en palabras de Schroders, es exagerado.

"Sus declaraciones han provocado que los mercados sigan anticipando un número sustancial de recortes de tipos que, en nuestra opinión, es excesivo", explica George Brown, economista sénior de EEUU en la firma británica.

Según este experto, los mercados han interpretado los comentarios como "ligeramente pesimistas", al afirmar Powell que "no busca ni acoge con satisfacción" un mayor enfriamiento de las condiciones del mercado laboral. En concreto, el presidente de la Fed ha asegurado que el banco central estadounidense hará todo lo posible por "apoyar un mercado laboral fuerte" a medida que avanza "hacia la estabilidad de precios".

"Esto ha dejado la puerta abierta a un recorte de 50 puntos básicos (pb) para septiembre. Los mercados de futuros apuntan ahora a una probabilidad entre tres de que esto ocurra, frente al 25% anterior", apunta Brown.

Sin embargo, esperar este desenlace es "un error", asegura Schroders. "En el mejor de los casos, enturbiaría el mensaje sobre el ritmo posterior de la fase de relajación y, en el peor, alimentaría el temor a una recesión. Desde nuestro punto de vista, la economía estadounidense se está ralentizando, pero sigue siendo sólida. Y dada la incertidumbre acerca de dónde se sitúa el R-star (el R-star es el tipo de interés real al que la economía se encuentra en equilibrio), un enfoque prudente y dependiente de los datos a la hora de eliminar la restricción de la política creemos que está más justificado", indica la gestora europea.

La opinión de Schroders es que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) comenzará con una reducción de 25 puntos básicos en septiembre. Esto, señala Brown, "suponiendo que las cifras de empleo de agosto repunten a medida que se disipen los efectos del huracán" de los últimos meses y que los tipos se reducirán posteriormente a un ritmo trimestral. "El alcance de esta medida dependerá de la evolución de la economía, pero nuestras previsiones sugieren que una relajación de 100 puntos básicos a mediados de 2025 debería servir para salvaguardar la expansión económica y mantener contenida la inflación", agrega.

Sin embargo, puntualiza el experto de Schroders, los comentarios de Powell sugieren que el nerviosismo en torno al mercado laboral "podría llevar al Comité a la conclusión de que los tipos deben situarse en un nivel menos restrictivo con mayor rapidez". En este sentido, las previsiones crecimiento mundial actualizadas de la firma británica incluyen un escenario de este tipo, en el que los bancos centrales "aplican los recortes de tipos agresivos que ya se han descontado en los mercados". "Nuestro análisis sugiere que esto podría provocar un resurgimiento de las presiones sobre los precios y obligar al FOMC a volver a subir los tipos", subraya.

UN OBJETIVO "HISTÓRICAMENTE RARO"

Por su parte, Richard Clarida, asesor económico global de PIMCO, destaca que la postura de Powell se sitúa bastante en línea con el escenario planteado en las actas de la reunión de julio y con su doble mandato de alcanzar la estabilidad de los precios y el máximo empleo. Así, apunta, la Fed "no busca ni da la bienvenida a un mayor enfriamiento de las condiciones del mercado laboral" y, en otras palabras, la Fed de Powell pretende alcanzar "ese históricamente raro 'aterrizaje suave' en el que los altos tipos de interés reducen la inflación pero no provocan una recesión que desencadene un fuerte aumento del desempleo".

"Dicho esto, creemos que el lenguaje de 'ha llegado el momento' deja claro que la Fed recortará los tipos al menos 25 puntos básicos en su reunión de septiembre, y que señalará a través de su diagrama de puntos que se esperan al menos dos recortes más de 25 puntos básicos en las dos reuniones restantes de este año, en noviembre y diciembre", añade Clarida.

Asimismo, este estratega subraya que, si bien a la Reserva Federal "le gusta decir que depende de los datos y no de los puntos de referencia, el informe sobre el empleo de agosto, publicado el 6 de septiembre, será probablemente significativo en el debate 25 frente a 50 pb de la próxima reunión".

LA RENTA FIJA, EN BUENA POSICIÓN

Estos y otros analistas parecen estar de acuerdo en qué la cuestión ya no es si la Fed dará un giro o no antes de que acabe el año, sino cuándo y cómo de grande será este giro. De igual modo, en previsión de un más que posible ciclo de recortes de los tipos de interés, el mercado se pregunta en qué invertir y, para los estrategas de Vontobel, la respuesta parece estar en la renta fija.

"Los datos sugieren que las tendencias vigentes en EEUU y Europa siguen desarrollándose más o menos como se esperaba, a pesar de la reciente volatilidad. La Fed empezará a recortar los tipos en septiembre, mientras que los futuros recortes y el ritmo del ciclo de relajación monetaria dependerán de los datos. Si el mercado laboral se deteriora rápidamente, la Fed aplicará recortes más agresivos. Si no es así, la Fed puede permitirse ser más paciente y esperar a que las obstinadas cifras de inflación de los servicios sigan cayendo antes de bajar los tipos de forma significativa", explica Felipe Villarroel, socio y gestor de carteras de la firma helvética.

Asimismo, este experto destaca que, en Europa y el Reino Unido, el crecimiento está "aumentando gradualmente hacia el 1%", aunque no creen que esté generando "presiones inflacionistas por el lado de la demanda que puedan interferir con los planes" del Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE).

"Este entorno es bueno para la renta fija, ya que los bonos del Estado deberían estar bien respaldados, mientras que los diferenciales de crédito probablemente coticen lateralmente en ausencia de un repunte de los impagos o del crecimiento. A pesar de los episodios de volatilidad a corto plazo, el 'carry' sigue siendo el motor de la rentabilidad total para los inversores a medio plazo, y dado que los rendimientos ofrecidos son bastante atractivos, creemos que es poco probable que los inversores en renta fija se sientan decepcionados", concluye.

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