El consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, ha lamentado que el impuesto a la banca que el Gobierno registrará este jueves en el Congreso "estigmatiza al sector" y ha avisado de que, independientemente a quién afecte, la inflación no se combate con impuestos.
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Santander cierra el primer semestre con un beneficio de 4.894 millones, un 16% másAsí lo ha señalado durante la presentación de resultados del segundo trimestre del año a los medios de comunicación, antes de conocer los detalles del impuesto, y ha calculado que cumplir con el objetivo de recaudación de 3.000 millones de euros en dos años que pretende el Gobierno restará al sector capacidad para prestar alrededor de 50.000 millones de euros.
Según ha explicado, con 3.000 millones de euros el sector bancario puede prestar 50.000 millones de euros a la economía. "Es una cuenta. Ese capital resta capacidad para prestar por un importe de 50.000 millones de euros. Las dinámicas del mercado serán las que tengan que ser", ha apuntado Álvarez, para avisar de que los primeros que podrían sufrir por el impuesto son los accionistas, pero también la economía en general.
Durante su intervención, el consejero delegado ha recordado que la situación económica actual es compleja, pues tras la pandemia del Covid-19 se han producido dificultades en las cadenas de suministro y una guerra entre Ucrania y Rusia que han provocado un episodio inflacionista más persistente y acusado de lo que inicialmente se esperaba.
"Esta es la situación y, en general, nos proponen en España, como una de las opciones, un impuesto. La verdad es que, desde el punto de vista general, e independientemente de a quién afecte el impuesto, difícilmente se combate con impuestos", ha recalcado Álvarez.
Además, el directivo ha advertido de que, en general, los cambios súbitos en las reglas del juego elevan el coste de capital, lo que termina afectando a la riqueza en general y al nivel de empleo.
En el caso concreto del impuesto al sector bancario, Álvarez ha reconocido que su primera preocupación es que estigmatiza al sector. "Hay una situación, unos orígenes muy claros de por qué tenemos esta inflación y, de repente, la solución parece ser cargar algunos sectores. Se estigmatiza al sector y me preocupa, porque en el periodo del Covid-19, si algo ha hecho el sector, es un esfuerzo enorme, manteniendo las oficinas abiertas para atender a los clientes", ha manifestado.
Respecto al argumento esgrimido por el Gobierno para la implementación del nuevo impuesto, sobre los beneficios extraordinarios que tendrá el sector bancario por la subida de tipos de interés, Álvarez ha recordado que el sector tiene una rentabilidad del 6% al cierre de 2021, "poco más que la mitad del coste de capital". "Por tanto, no sé dónde están los beneficios extraordinarios, a no ser que pensemos que el sector vaya a multiplicar los resultados por tres, cosa que no ceo demasiado probable", ha reconocido.
En la misma línea, el consejero delegado de Santander ha recordado que la banca ya paga unos impuestos muy altos, con un tipo impositivo de Sociedades del 30% (frente al 25% del conjunto de la economía), el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD) o las contribuciones al Fondo de Garantía de Depósitos y al Fondo de Resolución Europeo.