Es muy probable que, en el futuro, y echando la vista atrás, descubramos que este mes de enero que termina fue el germen de algo muy fuerte en las bolsas, de una verdadera revolución que podría acabar con los (frágiles) cimientos de los mercados tal y como los conocemos ahora. Algunos consideran que todo lo que estamos viendo no es más que un juego y que pasará; otros hablan de revolución y avisan de lo que está por venir. Sea como fuera, se observan de fondo unas ganas de revancha y de romper las normas que anticipan curvas. Adiós a la era Trump. Ahora la polémica la generan las redes, los foreros... y Musk.
Es complicado resumir todo lo que se ha vivido en esta última semana. Basta con decir que un grupo de inversores minoristas, que actúa en los límites de la legalidad, se ha puesto de acuerdo para hacer subir en bolsa (de forma tremenda) a una serie de compañías, principalmente a la cadena de tiendas de videojuegos GameStop, lo que ha provocado las pérdidas de los grandes fondos que apostaban por que esta empresa cayera. Estos últimos sí actúan dentro de lo legal aunque, qué duda cabe, generan una considerable animadversión por este tipo de prácticas bursátiles.
El panorama plantea un 2021 interesantísimo en los mercados. Ahora la protagonista de las bolsas es la propia bolsa y los cambios que se avecinan en las formas de proceder
Todo esto ha traído una serie de reacciones de todo tipo. Por un lado, ha abierto un debate ético, un debate sobre lo que está bien o mal en bolsa, sobre la idoneidad de permitir esas apuestas bajistas, sobre la 'proeza' de estos pequeños inversores al 'salvar' a GameStop... También se ha abierto un debate sobre la regulación del mercado, sobre la necesidad de que se controle más lo que se hace desde estos foros, sobre la fragilidad del sistema tal y como está ahora planteado y sobre la posibilidad de que esto se repita en el futuro.
Y, visto lo visto, se repetirá, porque lo que se ha demostrado en las últimas jornadas es que la regulación bursátil actual no puede frenar este impulso. El bróker Robinhood y algunos otros decidieron este jueves restringir las transacciones en GameStop y otras compañías también en el punto de mira de los foreros, y van a tener que afrontar una demanda colectiva por atentar contra el libre mercado. Hasta la Casa Blanca les ha advertido de que no está conforme con esta decisión de limitar la operativa como medida para frenar lo que se está viviendo.
El panorama se presenta muy, muy, complicado y plantea un 2021 interesantísimo en los mercados. De momento, todo lo sucedido ha desviado la atención del Covid. Ahora la protagonista de las bolsas es la propia bolsa y los cambios que se avecinan en las formas de proceder.
"Los mercados están en un estado de ánimo febril", reconoce Neil Wilson, director de análisis de Markets.com, al tiempo que advierte de la peligrosidad de invertir en algunos de estos activos "calientes", ya sea el bitcoin o GameStop. "Es arriesgado. Los activos que se mueven con tanta facilidad en función de lo que ocurra en las redes sociales, ya sea Twitter o Reddit, son susceptibles de sufrir grandes movimientos intradía y, por tanto, podrían considerarse demasiado 'calientes' para muchos", avisa. "Esto se está volviendo salvaje ahí fuera" reconoce.
DE GAMESTOP AL BITCOIN
El subidón de GameStop promovido por los foreros ha tenido un animador de excepción, y no ha sido otro que el consejero delegado de Tesla, Elon Musk. Musk ha estado toda la semana muy pendiente de este fenómeno. En los primeros días arengó a los inversores minoristas con un tuit de una sola palabra -"¡Gamestonk¡"- y contribuyó a alimentar más las alzas en la compañía, mientras que a finales de semana se ha mostrado muy crítico con la decisión de Robinhood de limitar la operativa.
En medio de todo esto, Elon Musk ha aprovechado para arremeter contra los inversores a corto, a los que profesa verdadero odio desde hace años y contra los que ha cargado en más de una ocasión debido a sus ataques a Tesla. Musk se pregunta por qué se pueden vender acciones que no se tienen -como se hace en la operativa bajista- cuando no se puede vender una casa que no se tiene o un coche que no se tiene. "La venta a corto es una estafa", declaró tajante esta semana en uno de sus mensajes de Twitter.
Pero, además de todo esto, Musk protagonizó otro movimiento este viernes que evidencia aún más hasta qué punto el mercado se puede mover ahora desde las redes y hasta qué punto es difícil que los reguladores frenen todo lo que está sucediendo. El CEO de Tesla cambió ese día su biografía en Twitter y, de nuevo, con una sola palabra, #bitcoin, hizo que la criptodivisa se disparara en pocos minutos un 20%.
GAME IS NOT OVER
Ipek Ozkardeskaya, analista de Swissquote Bank, avisa de que el juego no ha terminado ("Game is not over yet") y explica que los foreros de 'WallStreetBets' de Reddit, que han catapultado a GameStop, han puesto en el punto de mira ahora a iShares Silver Trust, el mayor ETF respaldado por la plata, calificándolo como base idónea para provocar "el mayor 'short-squeeze' del mundo" (aumento repentino de los precios que ahogue las posiciones cortas existentes). "Esto es suficiente para enviar a su ejército de traders caseros al campo de batalla", avisa este experto.
Más allá de movimientos orquestados, de guerras de buenos y malos, de rescates épicos... al final todo esto se resume en ganar dinero, en este caso poniendo la mira en aquellos activos más fáciles de manipular. Son activos menos líquidos, volátiles, empresas con problemas... y, por lo tanto, apuestas arriesgadas no aptas para todos los públicos.
Dice Yves Bonzon, CIO de Julius Baer, que lo que estamos viviendo es el resultado de "una nueva generación de inversores" que se están pasando de entusiastas. "La fiesta terminará", anticipa. Veremos.