La guerra está pasando a un segundo plano y las bolsas hace días que ya no se mueven al son de las noticias provenientes de Ucrania. La atención está puesta ahora en las decisiones que vayan tomando los bancos centrales -consecuencia en gran medida, eso sí, de la situación geopolítica- y en cómo sean los resultados empresariales que se van publicando en plena temporada de cuentas del primer trimestre.
CAE MARIÚPOL, PERO LOS ÍNDICES RESISTEN
Esta tendencia a ignorar los acontecimientos puramente geopolíticos se reflejó, por ejemplo, en la evolución de los índices en la pasada jornada. Rusia anunciaba que había tomado Mariúpol y, sin embargo, los inversores se mantenían tranquilos. Aunque estas últimas noticias llevan a pensar que la guerra se alargará todavía más en el tiempo, lo que realmente movió a los índices este jueves fueron los posibles planes del Banco Central Europeo (BCE) respecto a los tipos, a medida que cada vez más miembros del organismo se vuelven 'halcones' y apuestan por una subida en julio.
A principios de semana, la Reserva Federal cobraba protagonismo de la mano de James Bullard, presidente de la Fed de Saint Louis, que volvía apostar por una subida de tipos al 3,5%, mientras que a finales de semana ha pasado a escena Jerome Powell, quien ha reconocido que una subida de tipos de 50 puntos básicos para la reunión de mayo está sobre la mesa. Además, el Banco de Japón también ha estado muy presente a medida que el yen perdía posiciones frente al dólar. El organismo se reunirá a finales de la próxima semana.
NETFLIX, TESLA... Y MÁS
Los resultados empresariales han copado igualmente los titulares estos días, en detrimento de las noticias sobre el conflicto en Ucrania. Netflix, con un desplome espectacular provocado por la pérdida de suscriptores por primera vez en su historia, y Tesla, con el siempre polémico Elon Musk a la cabeza, han sido grandes protagonistas y han condicionado además la evolución de los índices al otro lado del Atlántico.
Esta semana ha arrancado igualmente la temporada en España de la mano de Bankinter, y la próxima semana, como viene siendo habitual, las empresas inundarán al mercado con una avalancha de cifras en nuestros país, que incluirán las del resto de bancos, junto con otras muchas compañías relevantes.
En esta ocasión, los resultados no están pasando desapercibidos como ocurrió con los de 2021, que se publicaron en pleno estallido de la guerra en Ucrania. Los números vuelven a cobrar protagonismo. "Creemos que, además de las noticias procedentes de la guerra de Ucrania, los resultados empresariales que comuniquen las compañías, y las previsiones de resultados futuros que anuncien sus gestores, serán escrutados por los inversores para aumentar o reducir su exposición a las mismas", comentan al respecto los expertos de Link Análisis.
BUEN SALDO DE ABRIL
Con todo, después de cerrar el primer trimestre con caídas generalizadas debido a la guerra (Ibex: -2%; Cac: -6,7%; Dax: -9%; Ftse MIB: -8%), abril está siendo un mes bueno de reacción para las bolsas. Asimismo, está deparando una nueva sorpresa positiva para el Ibex. Así, igual que los primeros tres meses de 2022 terminaron con un saldo más favorable para el selectivo, el balance es igualmente mejor en lo que llevamos de mes para éste.
El Ibex sube un 5% en abril, frente al 2% del Dax o la revalorización de algo más del 1% del Cac. De nuevo los bancos han seguido tirando del índice español. No en vano, dos de ellos, Sabadell y CaixaBank, siguen liderándolo en el año con avances de alrededor del 40%. Los siguientes valores que más suben en 2022 son PharmaMar (+35%), Repsol (+34%), Solaria (+29%) y Telefónica (+27%). Que dos 'blue chips' tan importantes como Repsol y Telefónica se sitúen entre los mejores valores del Ibex también ayuda.
Así las cosas, lo que se observa es que los inversores parece que quieren desvincularse de las malas noticias y apostar por las subidas. Aunque son muchas las firmas de inversión que aconsejan cautela, especialmente con la renta variable europea, abril va camino de convertirse en un mes de recuperación que podría extenderse al periodo estival.