La Autoridad de la Competencia y los Mercados de Reino Unido (CMA) ha propuesto una reforma para mejorar la competencia dentro del sector de las auditorías, que se hará a costa de las cuatro firmas de servicios profesionales más importantes del mundo (KPMG, Deloitte, EY y PwC), las denominadas big four.
En el marco del estudio de mercado que inició en octubre, la CMA ha identificado varios factores por los cuales la "calidad" de las auditorías está "cayendo". Entre esos motivos se encuentra el hecho de que las compañías elijan a sus propios auditores, que la capacidad de elección esté muy limitada (las big four acumulan el 97% de las auditorías de grandes empresas) y que el 75% de los ingresos de las firmas de servicios profesionales procedan de servicios de consultoría.
"La mayoría de la gente nunca leerá un informe de auditoría sobre las cuentas de una compañía, pero decenas de millones dependen de la robustez y la calidad de esas auditorías", ha indicado el presidente de la CMA, Andre Tyrie.
Por este motivo, los reguladores británicos han propuesto que se separen los negocios de auditoría y consultoría, de forma que los auditores se centren exclusivamente en auditar y no en otra tarea. Dado que esto sería "extremadamente complejo" para las empresas, la CMA ha propuesto que una "solución inmediata" sería separar dichos negocios en divisiones separadas.
La separación de los servicios en divisiones independientes llevaría aparejada que hubiera diferentes responsables, cuentas y sistemas de remuneración. "De esa forma, los auditores solo serían recompensados por escrutar las cuentas de una organización", ha indicado la CMA.
En segundo lugar, los reguladores han propuesto que las grandes compañías de Reino Unido no deberían de poder elegir a sus auditores en solitario. Así, el proceso de selección tendría que ir asociado a un proceso de escrutinio para que la CMA se asegure de que los auditores seleccionados son lo "suficientemente independientes".
Asimismo, han propuesto que las auditorías de las empresas listadas en el FTSE 350, el selectivo de la Bolsa de Londres que indexa a las 350 mayores empresas británicas, tengan que ser realizadas por dos firmas diferentes. Además una de ellas deberá ser ajena a las 'Big Four'.
"Esto permitirá que las firmas de servicios profesionales medianas tengan acceso a los mayores clientes, permitiéndolas desarrollar su experiencia y calidad", ha detallado la CMA. "Estos problemas intratables pueden tardar años en resolverse. Si resulta que las propuestas no son los suficientemente amplias, la CMA persistirá hasta que se resuelvan", ha añadido Tyrie.