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Royal Bank of Scotland (RBS) ha llegado a un acuerdo con el Departamento de Justicia de EEUU por el que pagará una multa de 4.900 millones de dólares (4.323 millones de euros), la más elevada impuesta hasta la fecha a una única entidad por mala conducta durante la crisis financiera, para zanjar las reclamaciones que acusaban al banco de haber engañado a los inversores con la suscripción y emisión de valores respaldados por hipotecas residenciales entre 2005 y 2008.
"Muchos ciudadanos sufrieron un perjuicio económico duradero como resultado de la crisis de 2008", ha declarado el fiscal general adjunto en funciones, Jesse Panuccio, quien ha subrayado también que este acuerdo "responsabiliza a RBS de una grave mala conducta que contribuyó a esa crisis financiera".
Royal Bank of Scotland está controlada en un 62,4% por el Gobierno británico
El Departamento de Justicia de EEUU ha destacado que el acuerdo con RBS supone la mayor multa impuesta por la institución por mala conducta durante la crisis financiera a una única entidad. El acuerdo incluye una relación detallada de los hechos, utilizando llamadas telefónicas y correos electrónicos de ejecutivos del banco escocés, sobre cómo RBS de manera rutinaria tergiversaba información sobre los riesgos significativos de sus titulizaciones.
RBS, entidad controlada en un 62,4% por el Gobierno británico, ha confirmado tras el acuerdo con el Departamento de Justicia de EEUU que tiene intención de abonar un dividendo provisional de 2 peniques por acción el próximo 12 de octubre, el primero desde su rescate hace diez años. "Estamos satisfechos por haber llegado a un acuerdo definitivo con el Departamento de Justicia y de que podamos concentrar nuestra energía en dar un mejor servicio a nuestros clientes y retornar capital a nuestros accionistas", ha asegurado Ross McEwan, consejero delegado de RBS.
RBS obtuvo un beneficio neto atribuido de 888 millones de libras esterlinas (997 millones de euros) en el primer semestre, un 5,4% menos que un año antes, mientras su cifra de negocio alcanzó los 6.702 millones de libras (7.527 millones de euros), un 3,1% menos que un año antes, incluyendo ingresos por intereses netos de 4.326 millones de libras (4.859 millones de euros), un 3,3% menos que en el mismo periodo de 2017.