christine lagarde presidente de la banque centrale europeenne lors d une conference a francfort
Christine Lagarde, presidenta del BCE

Sin sorpresas y a lo seguro. Así ha transcurrido la última reunión del año del Banco Central Europeo (BCE), en la que ha decidido bajar los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el 3%, tal y como estaba descontado por el mercado. Pero ¿qué esperar a partir de ahora en medio de la incertidumbre política en Francia y Alemania o con la vuelta de Donald Trump a la presidencia de EEUU?

"Dada la incertidumbre en torno a la banda neutral de la política monetaria y la inflación interna aún demasiado alta, es probable que los tipos de interés sigan bajando hacia la neutralidad de forma gradual", afirma Konstantin Veit, gestor de fondos en Pimco.

"Un precio terminal de los tipos en torno al 1,75% para el segundo semestre de 2025 sigue siendo coherente en líneas generales con nuestras estimaciones de un tipo de interés neutral para la zona euro, y representa esencialmente un escenario de aterrizaje suave benigno", añade este experto.

"El mercado aún no ha decidido si el BCE hará una pausa una vez que la tasa de política monetaria alcance un nivel ampliamente 'neutral' del 2% en el verano de 2025, como esperamos actualmente, o si reducirá las tasas a una postura de política monetaria moderadamente laxa", señalan los estrategas de BlackRock.

"Dadas las persistentes presiones inflacionarias, creemos que solo un fuerte deterioro económico a partir de ahora provocaría recortes mayores y que el BCE se apresurara significativamente por debajo del nivel neutral", añaden.

"EL UMBRAL SIGUE SIENDO MUY ALTO PARA RECORTES DE 50 PB"

Dede Fidelity, anticipan "más recortes hacia un territorio acomodaticio, pero a un ritmo más gradual, una vez que el BCE alcance un nivel neutral del 2%".

"Actualmente, el mercado está valorando una tasa terminal del 1,7% para finales del próximo año. Con respecto a la posibilidad de un recorte mayor de 50 puntos básicos, el umbral para tal movimiento sigue siendo muy alto", añaden.

"Lagarde mencionó que se discutió un recorte mayor, pero que todos estuvieron de acuerdo en que un recorte de 25 puntos básicos era lo apropiado", concluyen.

En este sentido, 'Bloomberg' afirma que el BCE recortará los tipos un 0,25% en las dos próximas reuniones de enero y marzo, ya que un recorte de 50 pb "podría transmitir una sensación no deseada de urgencia".

Los expertos de TD Securities siguen esperando recortes secuenciales de 25 puntos básicos hasta junio, "antes de que el BCE alcance un tipo de depósito terminal del 2%, por debajo de nuestra estimación del tipo neutral del 2,50%".

Por su parte, Derek Halpenny, jefe de investigación de mercados globales en MUFG Bank, sí ve "factible un escenario en el que el BCE recorte 50 puntos básicos en la próxima o dos siguientes reuniones de política monetaria. La rebaja de las previsiones de crecimiento e inflación, el reconocimiento de que hubo al menos una discusión de recorte de 50 puntos básicos y el hecho de que los riesgos de inflación ahora son bidireccionales son todos acontecimientos importantes".

Desde ING Economics, añaden que "la decisión refleja un compromiso entre quienes se preocupan por el crecimiento y quienes se preocupan por la inflación, entre un enfoque basado en el presentimiento y uno basado en modelos, entre partidarios de la postura de palomas y partidarios de la postura de halcón. Al mismo tiempo, el BCE ha abandonado la referencia a una restricción aún necesaria, con lo que deja la puerta abierta a más recortes de tipos".

En Schroders, por su parte, se decantan porque el BCE lleve a cabo dos recortes adicionales en 2025. "Después de esto, esperamos que el banco termine su ciclo de flexibilización, dejando la tasa terminal en 2,5%". "El crecimiento más débil junto con cierta persistencia en los datos de inflación nos hace ser más cautelosos que el consenso con respecto a las perspectivas de la política monetaria", puntualizan.

El organismo monetario también ha actualizado sus proyecciones macro. Ahora prevé que la inflación no bajará del objetivo del 2% hasta 2026 y anticipa una recuperación económica más lenta.

Sin embargo, para Michael Brown, estratega de investigación sénior de Pepperstone, "estas proyecciones probablemente tendrán una vida útil increíblemente corta, dado que no tienen en cuenta el reciente tumulto político en Francia y Alemania, ni tampoco los posibles impactos de los aranceles comerciales impuestos por la administración entrante de Trump”.

Y es que, desde la reunión de octubre, los indicadores de confianza se han debilitado, mientras que la inflación general de la eurozona se ha acelerado.

"Las tendencias estanflacionarias son una situación muy incómoda para el BCE. Al mismo tiempo, los riesgos negativos han aumentado claramente. Pensemos en los posibles efectos adversos de las políticas económicas estadounidenses en los próximos meses, la inestabilidad política en las dos mayores economías de la eurozona y ahora incluso una crisis de finanzas públicas en Francia", enfatizan en ING Economics.

Por ello, los expertos creen que el problema para el BCE es que estos posibles riesgos no se han reflejado en el último cuadro de proyecciones.

"En particular, las previsiones para 2025 parecen muy optimistas, ya que el BCE no ha tenido en cuenta a Trump ni a Francia y sigue apostando por el regreso del consumo. A primera vista, estas previsiones parecen incluso un escenario idealista. Demasiado bueno para ser verdad", remarcan desde ING Economics.

"En vista de estos y otros riesgos a la baja, junto con el continuo progreso desinflacionario que se está logrando, la hipótesis base sigue siendo que se produzcan nuevos recortes de 25 puntos básicos, probablemente en cada una de las próximas cuatro reuniones", asevera Brown.

Para los estrategas de TD Securities "los riesgos siguen siendo bilaterales, con un mercado laboral todavía saludable y una inflación interna rígida compensada por señales de crecimiento debilitadas. Sin embargo, en este último caso, vale la pena señalar los riesgos al alza para la producción y las exportaciones de la zona del euro antes de la investidura de Trump, si las empresas de la UE desean apresurarse a importar productos a Estados Unidos antes de los posibles aranceles, que esperamos que se apliquen en el primer trimestre".

DESAFÍOS PARA LA ZONA EURO

El débil crecimiento proyectado por el BCE para la eurozona pone el foco sobre el principal desafío que afronta la región: el deterioro de la competitividad en el sector manufacturero, impulsado por los elevados precios de la energía y la baja productividad

Así lo afirman en Schroders, donde comentan que, aunque la producción industrial está mejorando en algunos países, todavía se mantiene muy por debajo de los niveles previos a la pandemia en toda la eurozona.

"Aunque los precios de la energía han disminuido desde sus niveles máximos, las empresas de la UE siguen pagando facturas de electricidad dos o tres veces más altas que las de EEUU. Mientras tanto, el crecimiento salarial más fuerte, junto con una menor productividad, ha elevado los costos laborales unitarios y ha reducido los márgenes de beneficio de las compañías", dicen.

Respecto a Trump, desde la gestora consideran que el impacto de los aranceles sería limitado. "Aunque EEUU es un mercado de exportación importante para la UE, un análisis reciente de la London School of Economics (LSE) destaca que esto probablemente no tendrá un impacto significativo en la actividad económica de la UE, reduciendo ligeramente su PIB alrededor de un 0,2%".

"La UE está abogando por una distensión, con la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, sugiriendo que Europa podría mitigar las amenazas arancelarias aumentando las compras de gas natural licuado (GNL) de EEUU. Este enfoque recuerda al pasado, cuando el ex presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, acordó una tregua comercial con Trump en 2018. Para mitigar las tensiones comerciales, la UE se comprometió a aumentar sus importaciones de GNL y soja de EEUU", concluyen en Schroders.

Noticias relacionadas

contador