¿Qué deben hacer los inversores en momentos de alta tensión geopolítica como el actual? Es la pregunta que se hacen muchos inversores después de que Irán lanzase este martes unos 180 misiles contra Israel, en una nueva escalada bélica en Oriente Medio. En general, los analistas coinciden en que no es bueno dejarse llevar por el miedo, y que la incertidumbre puede crear buenas oportunidades de entrada a precios más atractivos. Aunque hay diferentes matices que conviene tener en cuenta a corto, medio y largo plazo.
"Ya sabemos que la geoestrategia es la variable que puede aparecer y desaparecer sin aviso. A eso estaremos sujetos durante años (sí, años) porque las 2 guerras abiertas son de desgaste y largo plazo", explican desde Bankinter.
"Con esto hay que convivir y, puesto que el fondo de la economía y del mercado (para sintetizar, el resto de lo que realmente importa) son buenos y expansivos, debemos comprar en la debilidad, en momentos de confusión derivada de alguna situación de especial tensión, como ahora, como ayer cuando tuvimos una caída 'por susto'. Al menos, no vender; y aumentar más si uno puede", añaden.
Por su parte, los estrategas de JP Morgan comentan que el ataque de Irán "indica un mayor riesgo de un conflicto regional más amplio que cualquier otro que hayamos visto desde los ataques del 7 de octubre por parte de Hamás".
Y aunque consideran que "a menos que este conflicto se amplíe para incluir a países como Arabia Saudí o los Emiratos Árabes Unidos directamente, a otros países fuera de la región y/o bloquee el Estrecho de Ormuz, esperamos que el impacto en los mercados financieros siga siendo limitado".
"Sin embargo", concluyen, "este conflicto cada vez más intenso añade incertidumbre a otras cuestiones geopolíticas clave: las elecciones estadounidenses, la cooperación de la OPEP+ y la cooperación de la OTAN en materia de defensa en Ucrania, por nombrar algunas".
En este sentido, ha aumentado la posibilidad de un 'accidente' o un 'evento inesperado indeseado' que pueda sorprender a los mercados y provocar un crash puntual.
No obstante, desde Danske Bank añaden que "la reacción al ataque de Irán fue bastante limitada, y los precios del petróleo incluso revirtieron algunas de las ganancias anteriores. Esto coincide con nuestra evaluación de que el umbral de reacción del mercado ante un conflicto tan prolongado es muy alto".
Naeem Aslam, director de Inversiones de Zaye Capital Markets, aconseja "vigilar el precio del petróleo", porque el repunte actual "no indica que el conflicto vaya a expandirse significativamente".
En su opinión, los operadores "no están considerando actualmente la posibilidad de una guerra a gran escala con Irán. En tal escenario, los precios del petróleo probablemente se dispararían fácilmente hacia 100 dólares".
Aslam recuerda que "los bancos centrales mundiales sólo han podido reducir las tasas de interés gracias a la estabilidad de los precios del petróleo. Si comienzan a subir, no tendrán otra opción que volver a subir las tasas de interés" o, al menos, detener el proceso de bajadas que ya han iniciado la Fed y el BCE y otros organismos monetarios.