• Ocurra lo que ocurra, en general los expertos no creen que tenga impacto en el índice español
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Jaque al rey. El embrollado tablero de ajedrez de la política catalana ha dejado la partida en un callejón sin salida para Carles Puigdemont. Después del último movimiento de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y de la resolución del Tribunal Constitucional (TC), el candidato a la presidencia de la Generalitat se ha quedado sin opciones ‘de facto’ para revalidar su cargo. El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha acudido a echarle un capote al aplazar el pleno de investidura indefinidamente, hasta garantizar que pueda ser investido "de forma efectiva y sin injerencias".

Y aunque la tensión política es máxima, el Ibex ni se inmuta porque da por descontado que la estabilidad está asegurada con una más que segura prolongación de los efectos del artículo 155. Y aunque cae este martes con ganas, el declive se ha visto desde primera hora, es generalizado en toda Europa y viene después de los recortes destacados en Wall Street y Asia.

La resistencia del president cesado a aceptar que “la 'vía Puigdemont' está agotada mantendrá a Cataluña en el estado de desgobierno actual con el único objetivo de Junts per Catalunya de ganar tiempo”, explica Ignacio Martín Granados, politólogo y miembro del consejo directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP). Fuentes de los grupos parlamentarios, de acuerdo con esta apreciacion, han contado a 'Bolsamanía' que la estrategia del bloque soberanista es la misma que desplegaron con Artur Mas, dejar que corra el reloj de dos meses antes de la convocatoria de nuevas elecciones y proponer otro candidato 'in extremis'.

Por el momento, la XII Legislatura ha quedado en el limbo, ya que la decisión de Torrent no hace avanzar el reloj hacia una nueva convocatoria electoral. Mientras se mantenga la suspensión, en teoría, no corre ni un solo día de los dos meses con los que cuentan los grupos paralamentarios para investir un jefe del Govern y evitar que los catalanes deban acudir nuevamente a las urnas. No obstante, los grupos parlamentarios han solicitado un informe a los letrados de la Cámara regional para que aclaren este punto.

La resistencia del president cesado a aceptar que la 'vía Puigdemont' está agotada mantendrá a Cataluña en el estado de desgobierno actual

LOS ESCENARIOS

Pero el aplazamiento es retrasar lo inevitable para Torrent, que no es otra cosa que enfrentarse a uno de los cuatro escenarios que se abren ante el más que seguro enroque de las posturas tras los devaneos en el TC.

1. Nuevo candidato

A priori, la vía menos plausible de todas es que Puigdemont renuncie. En tal caso, el presidente del Parlament, Roger Torrent, debería desconvocar el pleno del 30 de enero -el mismo que se ha aplazado, y en esto ha sido muy claro Torrent, pero no desconvocado- e iniciar una ronda de contactos con los grupos parlamentarios. Pero Junts per Catalunya, el partido independentista con más votos, ha cerrado filas con su candidato, al menos de cara a la galería. "Sólo trabajamos con el escenario de hacer caso a los ciudadanos y no me quiero plantear ningún otro", declaró la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, en declaraciones a TV3 este lunes. Pero de puertas adentro, de Jordi Sánchez (el expresident de la ANC), que permanece encarcelado, a Elsa Artadi o Eduard Pujol, se han puesto sobre la mesa muchos nombres para que sean una alternativa a Puigdemont.

La candidatura de los posconvergentes no reconoce fisuras, no obstante, y menos ante ERC, su principal socio. Mientras algunos dirigentes republicanos, como Joan Tardà o Gabriel Rufián, han dicho, sin cortarse, que habrá que “sacrificar” a Puigdemont si es necesario, Junts per Catalunya contraataca con la amenaza de repetir las elecciones si ERC vacila sobre la candidatura del ex líder del Govern. Martínez Granados califica esta solución de “disparate máximo”. No se corta en describir la actuación del bloque soberanista de “palos de ciego”. “Es una partida de póquer en la que van echando faroles y enviando globos sonda”, insiste el politólogo.

2. Puigdemont obedece al Constitucional

El cabeza de Junts per Catalunya ha dejado claro que no está dispuesto a inmolarse y entregarse al Tribunal Supremo. Es la única rendija que le dejó el Constitucional para que el debate de investidura se pudiera desarrollar, después de acordar que suspenderá el pleno si Puigdemont está ausente, es decir, si se intenta una investidura telemática o delegada.

Por ahora, según ha comentado el abogado del president cesado, Jaume Alonso Cuevillas, pedir permiso al alto tribunal para asistir a la investidura está prácticamente descartado. En declaraciones a 'RAC1', el letrado ha considerado que dicha petición no tendría mucho recorrido porque, probablemente, el juez Llarena requeriría a Puigdemont que pasase antes por el juzgado, con lo que quedaría a disposición judicial y recaería sobre él la prisión como medida cautelar.

No obstante, es la única forma en que se puede desarrollar el pleno para elegir nuevo presidente con normalidad. El decano del Colegio de Politólogos de Catalunya (Colpis), Jordi Pacheco i Canals, explica que el juez Pablo Llarena puede apelar al artículo 23 de la Carta Magna, que defiende la participación política como un derecho fundamental de los ciudadanos. Bajo este supuesto, el Supremo interpretaría que “impedir o alterar que el candidato Puigdemont sea investido atenta contra el derecho de representación de los ciudadanos que lo han votado”, aclara.

El juez Pablo Llarena puede apelar al artículo 23 de la Carta Magna, que defiende el de participación política como un derecho fundamental de los ciudadanos

3. El Parlament desobedece al Constitucional

Pacheco i Canals matiza que la decisión del Constitucional está llevada muy al límite y es fácilmente impugnable porque no respeta las formalidades que se le exigen al tribunal, “y se puede interpretar hasta como nula”, explica. Por lo tanto, la Mesa del Parlament puede decidir que “no reconoce la doctrina del alto tribunal” y sacar adelante el pleno en el formato que le parezca. El TC responderá con querellas, impondrá multas e incluso suspenderá a los miembros del más alto organismo de la Cámara catalana ante un eventual incumplimiento por éstos de su resolución.

Roger Torrent, por su parte, ha cargado contra la impugnación del Gobierno y ha precisado que presentará alegatos ante el alto tribunal y que mantendrá el pleno en suspenso hasta escuchar de nuevo a los magistrados. El decano del Colpis cree que si se procede con la votación, aunque el candidato, prófugo de la justicia por los delitos de rebelión y malversación de caudales públicos, logre burlar el dispositivo desplegado por el Ministerio del Interior y personarse en el Parlament, su resultado se suspenderá automáticamente por el Constitucional.

“Estaremos de nuevo en un escenario de doble legitimidad, la catalana -en que se habrá votado y designado un nuevo jefe del Govern- y la española -en la que el artículo 155 se mantendrá en vigor porque no se reconocerá a Puigdemont”-, aclara el politólogo. Aunque no se pueda formular administrativamente la presidencia de Puigdemont, “la votación se habrá hecho y legalmente se puede defender que cualquier acción posterior atenta contra la inviolabilidad del Parlament”, argumenta Pacheco i Canals.

4. El Parlament sigue con el pleno y Puigdemont no se presenta

El último de los escenarios es que el Parlament proceda con el pleno, pero sin que Puigdemont se presente. Es la opción por la que apuestan parlamentarios de otros grupos preguntados por 'Bolsamanía'. En este caso, se suspende automáticamente y, en lugar de desarrollar la votación, en la que se debe lograr una mayoría absoluta de 68 escaños, la Mesa toma nota de la situación y se inicia una nueva ronda de consultas con los grupos parlamentarios.

En este caso, el reglamento de la Cámara catalana y sus disposiciones en cuanto a tiempos siguen adelante y empieza igualmente a correr el reloj que especifica que en el plazo de dos meses, es decir, a finales de marzo, queda automáticamente disuelto el Parlament y se convocan nuevas elecciones. Pero teniendo en cuenta que tres de los cuatro diputados que acompañan al expresident en Bruselas, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret han renunciado a su escaño, propiciando una mayoría simple del bloque soberanista, coge fuerza que el pleno se celebre y se vote, sea cual sea la respuesta del Constitucional a las alegaciones de Junts per Catalunya y el Parlament.

Pero con la incógnita de cuándo se volverá a programar la sesión de investidura, la aritmética parlamentaria juega a favor de Puigdemont. Junts per Catalunya suma 32 diputados que pueden presentarse, más los 30 de ERC, por lo que con los 4 diputados de la CUP se alcanzarían 66 diputados garantizados y se superarían los 65 del bloque no independentista en el Parlament. Si Oriol Junqueras y Jordi Sánchez, ambos en prisión, logran la aprobación de la delegación de voto, se llega a la mayoría absoluta. Si se quedan en 66 escaños, la votación deberá repetirse en dos días… en teoría.

La crisis catalana ha perdido fuerza en lo que respecta a su impacto en los mercados. El Ibex caía con ganas a primera hora y sigue cayendo ahora, aunque es verdad que esos descensos han aumentando levemente y que es el que peor lo hace de Europa

EL MERCADO, IMPASIBLE

Las bolsas europeas, incluido el Ibex, han empezado el día con caídas y con caídas continúan. La decisión de aplazar el pleno del Parlament no ha tenido un impacto significativo en el Ibex, aunque es verdad que ha pasado de caer un 0,7% a ceder un poco más (0,8%). También es cierto que los recortes son superiores en el índice español que en el resto de plazas europeas.

Los analistas consultados por 'Bolsamanía' este lunes coincidían en la idea de que, pasara lo que pasara, el impacto en el Ibex iba a ser limitado. Están los que se van a un extremo -"A los mercados (la crisis catalana) no les ha tensionado nunca", señala tajante Juan Ignacio Crespo, asesor del fondo Multiciclos Global de Renta 4-, y los que se van al otro -"El impacto negativo (de la crisis catalana), tanto en mercado como en prima, como en cifras económicas, ha venido para quedarse y no se irá mañana (hoy) pase lo que pase", sostiene Javier Flores, responsable del Servicio de Estudios y Análisis de la Asociación Europea de Inversores Profesionales (Asinver)-. Sin embargo, en general, lo que predomina es la idea de que lo que vaya ocurriendo en Cataluña ya está descontado y que el mercado ahora está 'a otra cosa'.

"Los mercados están centrados en este momento en otras cosas: la situación macroeconómica y los resultados", señala Juan José Fernández- Figares, director de análisis de Link Securities. En su opinión, la elección del nuevo presidente del gobierno autonómico en Cataluña es un proceso que sigue "enquistado" y que dará mucho que hablar. Sin embargo, "no lo vemos, de momento, como un factor desestabilizador para los mercados". Eso sí, Fernández-Figares advierte de que el problema catalán "va a continuar latente mucho tiempo y los inversores deberán aprender a convivir con él".

En general, los analistas consultados por 'Bolsamanía' evitaban este lunes pronunciarse sobre lo que podría ocurrir este martes en el pleno de investidura porque lo consideran más un "asunto político". Flores fue el único que sí apostó por un escenario concreto, similar al que se ha dado: que haya pleno pero que se suspenda con el fin de ganar tiempo. "El mercado tiene descontado que la incertidumbre se prolongará. Habría sorpresa positiva si mañana (hoy) tenemos president de la Generalitat", señalaba el responsable de Asinver este lunes.

Con todo, la doble idea de que el problema catalán se alargará en el tiempo pero que, a la vez, ha perdido impacto potencial en el mercado, la comparten prácticamente todos los analistas consultados por 'Bolsamanía'. Borja Gómez, director de análisis de Inverseguros-Dunas Capital, habla de un impacto en los mercados "un tanto limitado". "Hemos visto cómo, sin divisarse el final claro de la situación, el 'rating' de España ha sido incrementado por Fitch y la evolución del Ibex ha sido bastante favorable", señala Gómez. Desde su punto de vista, el mercado habría puesto en precio que la implementación del Artículo 155 va a otorgar cierta estabilidad institucional, lo que puede llegar a mitigar el impacto negativo sobre los mercados. "Si a ello le sumamos que el contexto general favorece a la compra de renta variable, con un sentimiento muy positivo a todo lo que está relacionado con la periferia europea, es de esperar que, en el peor de los casos, se vea un brote de volatilidad cortoplacista que posteriormente se vea corregido", precisa el responsable de análisis de Inverseguros.

Pablo García, director de AlphaValue, comparte la idea de que la preocupación por Cataluña ha bajado y habla del carácter "anecdótico" de la situación actual. "El mercado (a escala nacional e internacional) empieza a tomárselo de una forma más liviana. Le preocupa (lo que ocurra en Cataluña), pero ven que esto no es serio", señala García, quien, al mismo tiempo, se muestra muy crítico con la situación actual y con cómo afecta a la imagen que en el extranjero tienen de España: "Hemos vuelto a ser un país 'de charanga y pandereta'", afirma.

Crespo recuerda, por último, que incluso en los peores momentos de la crisis catalana, en septiembre u octubre, "el Ibex ha estado un 2% arriba, un 2% abajo". "A mí eso me parece que significa que lo de Cataluña no le ha afectado absolutamente nada al Ibex. Siempre se puede decir que podría haber subido más, pero eso no lo sabemos", concluye.

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