Cuidado con el dinero en efectivo: Prosegur se blinda con la OPV de Cash ante el auge del pago digital

"La próxima salida a Bolsa de Prosegur Cash ha contado con un importante respaldo de la comunidad inversora. La compañía ha recibido peticiones de compra de acciones hasta alcanzar una sobresuscripción superior a tres veces la Oferta. El proyecto ha reunido un libro de calidad compuesto por más de 100 inversores", explica la empresa de seguridad en un comunicado ennviado a la CNMV.

El número de acciones comprendidas en la Oferta podrá verse ampliado hasta en un máximo de 37,5 millones de acciones, equivalentes al 10% del número de acciones de la oferta, en el caso de que el banco 'cuidador', Citigroup Global Markets Limited, en nombre propio y por cuenta de las entidades aseguradoras, ejerciten la opción de compra. Se trata de una cantidad muy superior al de otras OPVs y dota de algo más de seguridad a la operación. Prosegur se mantendrá como principal accionista con el 75% del capital de forma directa e indirecta a través de PAM.

"Dichas operaciones de estabilización, que podrán llevarse a cabo desde la fecha de admisión a cotización, prevista para el 17 de marzo de 2017, y hasta el 15 de abril de 2017, tendrán por objeto apoyar el precio de mercado de las acciones de Prosegur Cash, si bien no es seguro que estas actividades se produzcan, pudiendo interrumpirse, si se iniciaran, en cualquier momento", explica la empresa.

CUANDO ALGUIEN COMPRA, OTRO VENDE

Cuando una empresa sale a bolsa, miles de inversores compran sus acciones, pero siempre hay unos pocos que venden. Prosegur, la empresa de seguridad de la familia Revoredo y Gut, colocará este viernes en la Bolsa española su filial de transporte de dinero en efectivo (Prosegur Cash), que cotizará con el ticker de 'CASH' y tendrá una capitalización bursátil de 3.000 millones de euros. Con este tamaño, la compañía podría entrar a formar parte del Ibex 35, si bien, su bajo ‘free float’ (porcentaje de acciones que cotizan libremente en bolsa) no alcanza para alcanzar una ponderación mínima del 0,3% en el índice.

Se trata de una filial al 100% de Prosegur, que controla un 51% de manera directa y otro 49% de a través de PAM, su filial de gestión de activos, que será la que pondrá en venta las nuevas acciones. Cash es una compañía dedicada a la logística de valores y gestión de efectivo que cubre el ciclo completo del efectivo. Según sus datos, cada año procesa en sus más de 550 centros logísticos más de 500.000 millones de dólares estadounidenses. Emplea a más de 55.000 personas, en 15 países y cuenta con una flota de más de 9.000 unidades entre vehículos blindados y ligeros

En total, Cash pondrá en manos de los inversores institucionales y minoritarios el 25% del capital, con los que espera obtener 700 millones de euros. La compañía de seguridad prevé invertir la mitad en alarmas y el desarrollo de su negocio de seguridad tradicional. Todos los grandes brókers se llevarán un pellizco de la colocación de alguna u otra manera. Santander, Goldman, BBVA y Citi son los coordinadores globales de una salida a bolsa que convertirá en más ricas a las grandes fortunas que controlan el accionariado de Prosegur.

A la cabeza de la empresa se encuentra Helena Revoredo Delvecchio, viuda del cofundador Herberto Gut, con algo más del 50% del capital Mirta María Giesso Cazenave, viuda también de Graciano Álvarez (fallecido en 2000) y que ostenta el 5,63% de Prosegur. Entre los principales socios financieros del grupo se encuentran la gestora de fondos Oppenheimer, que controla alrededor del 7% del capital, o Fidelity, con el 4%.

DINERO EN EFECTIVO, ¿FIN?

La salida a bolsa de una empresa dedicada a la logística del dinero en efectivo llega en un momento de auge de los pagos con dinero de plástico (tarjetas) y del dinero electrónico a través de aplicaciones específicas en el móvil o de herramientas de uso universal como Whatsapp, Facebook o Gmail, que exploran el terreno de las transacciones y envío de dinero como nunca antes había sucedido. Es el impacto de las tecnologías ‘fintech’ aplicadas a la banca y al mundo del dinero, que se encuentran en plena revolución.

Sin embargo, la desaparición del dinero en efectivo no parece una cuestión de corto plazo. Según un informe de la consultora tecnológica y financiera Tecnocom, en España, el uso del efectivo creció un 9,7% en 2015, contabilizando 129.250 millones de euros y representando un 11,9% del PIB, tres puntos por encima del registro de 2010.

Otra variable que permite también aproximar la intensidad del uso del efectivo es la que registra los retiros de efectivo en cajeros automáticos, que alcanzó en 2015 los 114.862 millones de euros, un 3,1% más que el año anterior y segundo año consecutivo de crecimiento tras seis (2008-2013) de caída ininterrumpida, según los datos del mismo estudio.

“Este fenómeno resulta coherente con la mayor propensión al consumo y la reducida tasa de ahorro de los hogares registrada en las cuentas no financieras de la economía española, equivalente al 9,4% de su renta bruta disponible en 2015, ligeramente por debajo del promedio histórico (9,7%) pero muy inferior al pico registrado en 2009 (13,4%)”, explican sus autores del informe sobre los medios de pago en España.