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Dicen los expertos que, por primera vez, Jerome Powell "le ha dicho al mercado lo que quería oír". Es verdad que su mensaje de este pasado miércoles tiene matices -son muchos los que alertan de que lo importante no es que la Reserva Federal (Fed) vaya relajando el ritmo de subidas de tipos, sino el tipo final, que será más alto-, pero también es verdad que la inhabitual claridad de Powell sobre cuándo empezar a moderar el alza de tipos (diciembre) ha sido muy bien recibida y supone un punto de partida ideal para el esperado rally de Navidad.

¿Habrá rally este año? Sobre esta premisa, parece que sí. "El mensaje de que una relajación en el ritmo de subidas de tipos podría llegar antes de fin de año era justo lo que los inversores estaban buscando y hace que surja la perspectiva de un rally de Santa Claus de cara a Navidad", reconoce Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell.

Aunque Powell matizó sus comentarios con una nota de cautela, en el sentido de que la lucha contra la inflación está lejos de haber terminado, es innegable que la parte más 'dovish' (acomodaticia) de su discurso ha calado, lo que quedó reflejado en la reacción alcista de las bolsas.

Ahora la cuestión es comprobar si el optimismo se mantendrá, algo que estará condicionado, en buena medida, precisamente por los bancos centrales. Habrá que ver si Powell se reafirma en lo dicho en su comparecencia del 14 de diciembre, cuando se reúne el banco central estadounidense para decidir sobre los tipos de interés. Y habrá que ver también si Christine Lagarde apoya esta moderación progresiva el 15 de diciembre, cuando hay reunión de tipos del Banco Central Europeo (BCE).

GANAS DE QUEDARSE CON LO BUENO

En el cierre del año, las manifestaciones ciudadanas en China contra las medidas restrictivas para frenar el Covid han estado a punto de dinamitar el sentimiento positivo que se estaba fraguando en los mercados tras un buen mes de noviembre. Sin embargo, pese a la situación en el gigante asiático -con llamadas de alerta constantes de los economistas por la ralentización económica, el impacto de su insistente política de Covid-cero y ahora las revueltas-, las bolsas han aguantado porque los inversores han preferido obviar las malas noticias.

Frente a esto, se ha atendido mucho más al hecho de que últimos datos de inflación muestren moderación en España, Alemania, la eurozona y EEUU, mientras que los expertos emiten sus predicciones para el próximo año y hablan de que esa relajación de los precios continuará, al tiempo que estiman, casi en su totalidad, que las recesiones mundiales serán leves.

Así pues, hay cierta predisposición a cerrar bien un año que ha sido muy complicado para las bolsas, pero que muchas de ellas podrían salvar incluso en positivo después de arrastrar fuertes pérdidas prácticamente durante todo 2022.

El carácter estacionalmente alcista del mes de diciembre, por supuesto, también ayudará. Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, explica que su análisis de las 15 bolsas mundiales más importantes muestra un rally de Navidad o Papá Noel medio del 1,8%, y diciembre representa una cuarta parte de la rentabilidad promedio anual de la bolsa. "La renta variable global sube en más del 70% de las veces en diciembre", apunta.

Esta estacionalidad de diciembre está impulsada por el posicionamiento de los inversores para el próximo año y se produce antes del conocido "efecto enero".

"Este efecto puede haber sido especialmente potente este año, con las perspectivas de 2023 significativamente menos malas que las dramáticas crisis de inflación y los tipos de interés de 2022", comenta Laidler, al tiempo que avisa de que es posible que la Navidad se haya adelantado, porque los mercados ya han repuntado un 13% desde sus mínimos de octubre. Con todo, desde eToro consideran que ya se han visto los mínimos de las bolsas, ya que la inflación está cayendo y ya se ve el tope del ciclo de tipos de interés de la Reserva Federal.

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