La carrera por suceder a Boris Johnson como nuevo líder del Partido Conservador británico y, por ende, como primer ministro está a punto de llegar a su fin, y todo apunta a que el nuevo inquilino del número 10 de Downing Street será Lizz Truss. La secretaria de Asuntos Exteriores se disputa el cargo con el ex canciller Rishi Sunak, pero las encuestas la apuntan a ella como vencedora (se estima que tiene al 59% de los diputados 'tories' a su favor). El problema es que su posible victoria añade aún más presión a una libra muy debilitada.
Y todo porque Truss ha puesto en cuestión la independencia del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) ahora que la inflación no deja de aumentar y las previsiones para 2023 sobre los precios no dejan de empeorar (Citi ya ha dicho que espera que llegue al 18%). "Aunque Truss se ha abstenido de dar demasiados detalles, ha aludido a la ampliación del mandato del banco central para incluir otras medidas además del IPC, por ejemplo el PIB nominal o una medida de la oferta monetaria", a la hora de tomar decisiones sobre los tipos, destacan los expertos de Danske Bank en un reciente informe.
Noticia relacionada
Liz Truss, candidata a suceder a Johnson, crítica con el BoE: "La estrategia no está funcionando"En ese caso, apuntan estos expertos, no habría un "impacto significativo" en el mercado. Pero, remarcan, "si por el contrario la independencia operativa del BoE se ve amenazada, esto supondría un importante viento en contra para la libra esterlina". Y precisamente la divisa británica no pasa ahora por su mejor momento. Aunque los analistas de la entidad danesa insisten en que no esperan cambios sustanciales, sí ven posible que se produzcan "pequeños cambios en el mandato" del organismo que gobierna Andrew Bailey.
La libra esterlina ha perdido un 4,6% frente al dólar en el último mes, según detallan los expertos de Shore Capital. La divisa, apunta Naeem Aslam, analista jefe de mercado de AvaTrade, "está siendo absolutamente vapuleada frente al dólar, y ha alcanzado un nivel de precios que no habíamos visto en más de 20 meses" debido, sobre todo, a la crisis del coste de la vida que está provocando la elevada inflación, que será uno de los principales retos del nuevo primer ministro, comenta.
"La libra no da tregua. Ha tenido un mes difícil y la presión se mantiene sobre la divisa", comenta por su parte Neil Wilson, analista jefe de mercados de Markets.com, que cree que "los temores sobre la inflación creciente y la recesión no se ven favorecidos por el tipo de promesas realizadas por Liz Truss", lo que también está afectando a la divisa.
Por ejemplo, la candidata descartó, en su último discurso antes de la elección final del Partido Conservador, introducir nuevos impuestos o racionar la energía este invierno. También dijo que tiene previsto, si se convierte en primer ministro, elaborar un mini presupuesto de emergencia en su primer mes de mandato, aunque no dio detalles sobre cómo aliviaría la crisis del coste de la vida. "Su segunda promesa parece poco convincente porque la crisis energética es prácticamente inevitable y sería muy difícil evitar el racionamiento de energía. Sin embargo, lo más importante para los consumidores no es el racionamiento energético, sino un paquete de ayudas que pueda aliviar su nivel de vida", destaca Aslam.
Reino Unido se enfrenta a una serie de problemas que hacen que la perspectiva de que la libra valga menos que el dólar sea cada vez algo menos descabellado. Y es que además de la inflación, le afecta el hecho de que el crecimiento económico se ha ralentizado hasta el punto de que la amenaza de una recesión está a punto de convertirse en realidad.
¿PROBLEMAS CON LA UE POR EL BREXIT?
Además, la victoria de Truss también podría provocar nuevas tensiones con la Unión Europea (UE), y es que se especula que la candidata podría anular el protocolo de Irlanda del Norte del acuerdo del Brexit activando el artículo 16, que permite apartarse unilateralmente del protocolo si éste ha provocado "graves dificultades económicas, sociales o medioambientales".
"En el peor de los casos, la UE podría poner fin al acuerdo de libre comercio, lo que aumentaría el riesgo de una guerra comercial" dicen los analistas de Danske Bank. En su opinión, "un nuevo aumento de las tensiones entre la UE y el Reino Unido muy probablemente supondría un importante viento en contra para los activos británicos y, por lo tanto, para la libra esterlina".