- Otros cinco bancos del índice también cotizan bajo su valor en libros
- Bankinter pone la excepción al ser el único que supera su valor contable
Hay dos formas de verlo. La pesimista, que ‘hereda’ un banco con serios problemas. La optimista, que precisamente por lo mucho que ya ha sufrido la entidad, cualquier mejoría ya supondrá mucho. Emilio Saracho desembarca en la presidente del Popular en este entorno, reflejado en los bajos múltiplos a los que cotiza. Eso sí, no es, ni mucho menos, el único banco al que le ocurre.
Lo que no puede evitar es ser el banco del Ibex, de los siete que forman parte del índice, al que más le ocurre. Pese a que los títulos de Banco Popular acogieron el relevo en la presidencia con una subida del 13,7%, su capitalización apenas equivale a 0,3 veces su valor en libros. Es lo que tiene que sus acciones acumulen un descenso del 65% en 2016, un quebranto que provoca que su valor bursátil haya descendido hasta los 3.930 millones de euros. Este viernes, las acciones han caído un 4,57% hasta los 0,89 euros.
Precisamente el descalabro protagonizado por las acciones de Banco Popular durante la 'era Ron' explican en gran medida el malestar de los accionistas, minoritarios y mayoritarios, que ha desembocado en su relevo definitivo. Ángel Ron accedió a la presidencia de Popular en octubre 2004, primero de forma compartida, con Javier Valls Taberner, y luego ya de manera individual a partir de marzo de 2006. Cuando llegó, las acciones cotizaban a 23,5 euros -considerando el 'split' que la entidad ejecutó en 2005 y el 'contrasplit' de 2013- y su capitalización era de 11.000 millones de euros, con lo que triplicaba el valor contable.
El descuento ya lo tiene; lo que le queda a Saracho es dotar a Popular de una historia que convierta al banco en una compañía 'value'. En ese supuesto, puede suponer una ocasión monumental
La situación actual, por tanto, dista bastante de aquella. Y precisamente la desconfianza que el mercado sentía hacia el banco ha sido determinante en la elección de su sustituto, Emilio Saracho, que es fundamentalmente un hombre de mercados. Sin duda, entre sus tareas más urgentes figurará la de recomponer la credibilidad del banco entre los inversores.
Para ello, el descuento que presenta el banco sobre su valor contable puede convertirse ahora en una baza a su favor. Fuentes del mercado aseguran que, ante la llegada de un nuevo gestor, esas 0,3 veces a las que Popular cotiza pueden parecer más atractivas a partir de ahora para los inversores. De hecho, este descuento figuraba entre los argumentos que esgrimían los gestores de fondos de inversión que ya estaban sobreponderando al banco en sus carteras.
Cotizar por debajo del valor contable es una de las principales variables en las que se detienen los gestores de fondos de inversión de filosofía 'value'. Pero no es la única. Ese descuento debe incorporar una historia que anticipe un crecimiento que lo mute en una verdadera oportunidad de inversión. Sin duda, dotar a Popular de esa historia figurará entre los objetivos de su nuevo presidente.
UN RELEVO, DOS ETAPAS
Para ello, fuentes del sector marcan dos etapas. En una primera, la más urgente, el nuevo presidente tendrá que poner la 'casa' en orden. Esto es, determinar si con el capital actual es suficiente o si hay que dar entrada a nuevos accionistas, con la dificultad adicional tras la ampliación de capital de 2.500 millones de euros realizada ya este año, y definir un plan sólido y creíble para limpiar el balance de la entidad de los activos inmobiliarios -un sector al que, de la mano de Ron, el banco llegó tarde, mal y y tan caro que aún lo sigue pagando- para que la auténtica maquinaria del banco, la dedicada a la banca minorista, tome de nuevo el protagonismo.
Superada esta primera etapa, la segunda consistiría en valorar si Banco Popular tendrá un sitio propio en el nuevo ecosistema bancario español -y europeo- o si tendrá más sentido fusionarlo con otra entidad. "No es tan sencillo como decir que Popular cotiza a precios baratos y es una ganga", precisa Nuria Álvarez, de Renta 4. "Es preferible esperar y ver cómo se van desarrollando los acontecimientos. Aunque a dos años vista un comprador tuviera que pagar un poco más, lo pagaría porque el banco ya ha hecho los deberes", añade.
En cualquier caso, el desembarco de Saracho se antoja clave para que la entidad pueda acometer estas dos fases. "El hecho de que llegue algo nuevo es un revulsivo porque el mercado no veía muy claro hacia dónde iba el banco. Este paralelismo lo hemos visto en Bankia. Una operación de fusión en las condiciones anteriores era complicada", señala Victoria Torre, responsable del departamento de análisis de Self Bank.
NO ES EL ÚNICO
A la espera de cómo evolucionen los acontecimientos, lo cierto es que el descuento con el que cotiza el banco resulta evidente. Pero Popular no es la única entidad del Ibex que cotiza con descuento con respecto a su valor contable. Hay cinco entidades más que se encuentran en la misma situación.
El más próximo a Popular es Banco Sabadell, que cotiza a 0,6 veces su valor en libros. Entre las 0,6 y las 0,7 veces figuran Bankia y CaixaBank, y los grandes del sector, BBVA y Banco Santander, se mueven entre las 0,7 y las 0,8 veces. La excepción corresponde a Bankinter, con un múltiplo de 1,7 veces su valor contable.
De nuevo, esta realidad no es exclusiva de Popular ni de la banca española. Es común a la banca europea, con entidades como la alemana Deutsche Bank cotizando a 0,3 veces su valor en libros o como la francesa Société Génerale, a 0,5 veces.
Estos múltiplos reflejan las dudas de los inversores con respecto al valor futuro de los bancos. Los bajos tipos de interés, la presión regulatoria y la llegada de nuevos competidores tecnológicos están afectando a la rentabilidad del sector, una realidad que se traslada a las cotizaciones en forma de caídas. En este sentido, el propio Banco Central Europeo (BCE) ha advertido ya de que la caída de las acciones desencadena un círculo vicioso que acaba perjudicando a la concesión de préstamos a la economía real.