otono covid
Alberto Sánchez

Es una realidad que ahora mismo hay más incertidumbres que otra cosa en los mercados. Y es un hecho que todos esos problemas, reales o en ciernes, tienen preocupados a los inversores y a los expertos. Por ahora se mantiene la tranquilidad y las previsiones son mayoritariamente favorables, tanto respecto a la evolución económica como a la marcha de las bolsas, pero a nadie se le escapa que cualquiera de estos 'asuntos' podría ir a más y torcer mucho las cosas.

¿Cuáles son esos "fuertes vientos en contra"? Pues la expansión del coronavirus, la subida de los precios, la ralentización económica... Todo esto, reconocen los analistas alemanes de Berenberg, ha comenzado a afectar a importantes sectores de la economía.

"La preocupación por la oleada de infecciones provocada por la cepa Delta del Covid, el empeoramiento de la escasez de suministros, el aumento de los precios de la energía, la agitación de parte del mercado inmobiliario chino, la elevada inflación y las incertidumbres fiscales de EEUU suman una mezcla desagradable", enumeran desde la firma. "Tras las fuertes ganancias de los mercados de renta variable, las correcciones temporales tampoco serían una gran sorpresa", avisan.

"Tras las fuertes ganancias de los mercados de renta variable, las correcciones temporales tampoco serían una gran sorpresa"

"MANEJABLES Y TEMPORALES"

Pese a este mix poco atractivo de incertidumbres, Berenberg insiste -como lleva haciendo desde hace meses- en que la situación es "manejable" y en que la mayoría de los riesgos son "temporales". "A medida que la escasez de oferta disminuya durante 2022, las economías volverán a cobrar impulso tras tomarse un respiro a finales de 2021", anticipa.

Para la eurozona, por ejemplo, ha reducido sus previsiones de crecimiento para el tercer trimestre de este año y aún más para el cuarto, pero ha elevado en una proporción similar sus estimaciones para los tres primeros trimestres de 2022. En cuanto a las medias anuales, ahora proyecta un crecimiento del 4,8% (desde el 5,0%) para 2021; del 5,0% (sin cambios) para 2022 y del 2,8% (en lugar del 2,7%) para 2023.

Estos expertos reconocen que la duración y la intensidad de los vientos en contra siguen siendo una incógnita, pero remarcan que no afectan a su tesis principal, que sostiene que los fundamentos económicos parecen sólidos en todo el mundo avanzado.

"Tras una rápida recuperación de la pandemia, la demanda reprimida, el exceso de ahorro y la necesidad de invertir y reponer inventarios apuntan a años de crecimiento por encima de la tendencia (...). Una difusión más rápida de las tecnologías de vanguardia tras la crisis del Covid y las inversiones que ahorran mano de obra en respuesta a las presiones salariales podrían aumentar el crecimiento de la productividad. Los países podrían incluso disfrutar de los 'Golden Twenties' si -y es un gran si- no se equivocan en sus políticas económicas", añaden.

EL VERDADERO RIESGO DE CHINA

Según Berenberg, China tiene los medios para contener las consecuencias de la situación de la promotora Evergrande. Sin embargo, avisan de que el gigante asiático está acumulando problemas para el futuro a medida que el crecimiento se ralentiza y sus líderes imponen un régimen cada vez más autoritario y controlador.

Cabe recordar, en este sentido, que los últimos datos macro que se han publicado en China han reflejado estos aspectos, con el impacto además de una política de 'Covid cero', que implica imponer fuertes restricciones para frenar al virus, medidas que impactan directamente en la economía.

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