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Trump y Xi Jinping.

Nuevo (y enésimo) episodio de la guerra comercial. La reunión entre China y EEUU, que iba a tener lugar el pasado sábado para revisar su acuerdo comercial, ha sido aplazada hasta nuevo aviso. ¿Debe volver a cundir el pánico en las bolsas tras este nuevo revés? Los analistas especializados hacen un llamamiento a la calma.

"Creo que es interesante que ambas partes tengan algo más de tiempo", argumenta David Dollar, analista senior de Brookings Institution en declaraciones ante la CNBC.

"China parece estar dando un paso hacia delante en sus compras de soja y energía estadounidenses pero no es suficiente y debe pasar algo más de tiempo hasta que (las cifras) luzcan mejor", continúa Dollar. Después de todo, Donald Trump no quiere "acabar del todo" con el pacto arancelario.

"No entra dentro de sus intereses restarse una victoria en su política con países extranjeros", arguye Dollar. Hasta el momento, China no ha comprado tantas exportaciones a EEUU como le prometió en un primer momento. En aquel acuerdo inicial, los de Xi Jinping asumieron la compra de 200.000 millones de dólares adicionales en bienes estadounidenses.

En lo que llevamos de 2020, China va un 25% por detrás del objetivo previsto, aunque de estos cálculos quedan fuera las compras de China al sector servicios de EEUU. Robert Lighthizer, representante de Comercio estadounidense, era uno de los invitados estrella de esa reunión que iba a tener lugar y a la que iban a acudir también (de forma virtual) el secretario del Tesoro de EEUU Steven Mnuchin y el viceprimer ministro chino, Liu He.

Dollar cree que Lighthizer "quiere hacer un trabajo muy profesional y por eso está dejando fuera de la mesa de negociación los asuntos relacionados con seguridad nacional".

Las fuentes familiares al asunto citadas por la agencia Reuters señalan, por otra parte, que EEUU quiere precisamente tensar aún más la cuerda y dar tiempo a que tengan lugar más compras chinas de exportaciones estadounidenses.

Otros analistas esgrimen un pronóstico más pesimista para el mercado y se preguntan si no vamos camino de otra guerra fría entre ambas potencias. En cualquier caso, EEUU también tiene mucho que perder y Trump debe ser cuidadoso al usar este conflicto como arma electoral. Al fin y al cabo, su gestión de la crisis del virus le está llevando a perder en las encuestas y la cita con los votantes, el próximo mes de noviembre, se acerca más y más.

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