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El oro no atraviesa su mejor momento. Los inversores parecen tener cada vez menos apetito por el metal precioso, que ha perdido los 1.200 dólares, y la culpa es de la Reserva Federal estadounidense (Fed). Las tres subidas de tipos que ya ha acometido este año, y las previsiones apuntan a que en diciembre llegará otra y que en 2019 el banco central que dirige Jerome Powell seguirá la misma tónica, lo que no está sentando nada bien al oro. Ya hay expertos que alertan de que podría caer hasta los 1.170 dólares.

El precio del oro ha perdido parte de su 'brillo' en los últimos días y ha tocado su nivel más bajo en seis semanas por las decisiones de la Fed. Este miércoles se confirmaba lo que era un secreto a voces: el banco central elevaba en 25 puntos básicos los tipos de interés hasta situarlos en la horquilla del 2,00%-2,25%. El metal precioso es muy sensible a los altos tipos de interés, y en esta ocasión no ha habido excepciones.

La ambigüedad que ha mostrado la Fed sobre el futuro de su política monetaria "ha salvado la venta masiva del oro"

El declive del oro se explica de forma sencilla: si los tipos de interés son altos, la rentabilidad de los bonos se eleva, lo que reduce el atractivo de los lingotes. Asimismo, las subidas de tipos también tienden a fortalecer al dólar, lo que afecta directamente al metal, ya que hace que el oro sea más caro para los compradores que operan con otras divisas distintas al 'billete verde'.

Tras la decisión de la Fed, el oro no sólo ha perdido los 1.200 dólares, sino también el soporte clave de los 1.190, por lo que los expertos de ADS Securities no descartan que pueda caer hasta los 1.180 o 1.170 dólares por onza. "El oro está respondiendo como esperábamos. Su precio está muy ligado al dólar y su condición de 'activo refugio' parece haber quedado a un lado", dicen desde esta firma británica.

"Seguimos siendo grandes vendedores a 1.200 dólares la onza y compradores a 1.190 dólares... La caza de gangas está llevando la ecuación al nivel más bajo de la escala", explican los expertos de Oanda. Por su parte, desde el bróker IG destacan que la caída del precio del oro se ha producido "a pesar de la intensificación de los temores económicos mundiales" (crisis de Turquía y Argentina, guerra comercial entre EEUU y China, dudas sobre Italia y su Presupuesto...), de forma que los operadores han optado por "desplazar sus activos hacia el dólar en lugar de hacia el oro", que es lo que suelen hacer los inversores "cuando las cosas se ponen difíciles".

No obstante, algunos analistas creen que no se han visto las ventas que podrían haberse producido en el oro por la ambigüedad que ha mostrado la Fed sobre el futuro de su política monetaria. Todo apunta a que seguirá adelante con el endurecimiento, aunque lo cierto es que Powell reconoció que el banco central es menos optimista sobre las perspectivas de crecimiento del PIB a largo plazo, lo que ha ayudado a mantener, al menos en parte, al dólar bajo control. "La Reserva Federal ha creado una especie de ambigüedad en el mercado sobre su futura política monetaria, y esto ha salvado la venta masiva del oro", señalan desde Think Markets.

'STOP LOSS' EN LOS 1.160 DÓLARES

Tal y como explica José María Rodríguez, analista técnico de 'Bolsamanía', por el momento los inversores no pueden hacer otra cosa que "mantener posiciones" en el oro. Y es que el 'stop loss', es decir, el momento en el que habría que vender sí o sí, está "en los 1.160 dólares", que es "el mínimo anual y el último mínimo decreciente" marcado por el metal precioso. "La perforación del soporte nos llevaría a ejecutar un 'stop loss' de pérdidas ante la posibilidad de restar la totalidad del último gran impulso alcista. O lo que es lo mismo, de volver a los 1.122,50 dólares (mínimos de diciembre de 2016)", concluye Rodríguez.

Los analistas de RBC Capital Markets son, sin embargo, optimistas de cara al futuro. En un análisis publicado esta misma semana aseguran que a pesar de que la reciente debilidad del oro, que podría persistir, ha llevado a muchos a cuestionarse su papel como 'activo refugio', lo cierto es que los precios del metal precioso "se mantienen muy por debajo de los niveles fundamentalmente justificables". Por eso creen que "los precios subirán desde los niveles actuales a medida que avancemos hacia 2019", y esperan que en el primer trimestre del año que viene el precio de la onza se sitúe en torno a 1.338 dólares. "El oro sólo está esperando un catalizador", concluyen.

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