El oro podría acabar el el año rozando los 2.000 dólares, concretamente en los $1.942 por onza, si empeoran los rebrotes de coronavirus y, con ellos, el golpe a la economía. Esa es la predicción que hacen los expertos de RBC Capital Markets, que creen que su escenario más optimista para el metal precioso está ganando enteros debido a la situación actual, tanto que ya le otorga una probabilidad de materializarse del 45%.
En su último informe sobre el oro, los analistas de la firma canadiense valoran las subidas que está registrando, "superando a otros activos importantes", y dicen que se deben al aumento de la incertidumbre sobre la recuperación económica. Las dudas se han multiplicado por el incesante aumento de casos de Covid-19 y por la revisión de proyecciones que han hecho organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ahora estima que la caída del PIB mundial será del 4,9% este año, frente al 3% anunciado en abril. Y por si eso no fuese suficiente, ha recortado su pronóstico de crecimiento para 2021 hasta el 5,4%, desde el 5,8% anterior.
Noticia relacionada
Cuidado con la subida libre del oro: "Señales como esta han sido aplastadas últimamente""Que el oro continúe cotizando alrededor de nuestro escenario más optimista dependerá, en gran medida, de las próximas semanas y meses. El posible impacto económico del aumento de los casos de Covid-19 será el factor de cambio", apunta RBC. Eso es lo que determinará la "durabilidad del movimiento actual", porque si se logra una "meseta en el número de casos", es decir, que se mantenga más o menos estable, entonces el oro se situará a finales de año en los $1.726, que es el escenario base. Pero "si el crecimiento en los casos se acelera, entonces la probabilidad de que se produzca nuestro escenario más optimista aumentaría, y podría justificar sucesivas subidas en los precios del oro", remarcan los expertos de la firma.
De hecho, son tajantes al respecto: "El oscurecimiento del panorama en medio del aumento de los casos en ciertas regiones ha allanado en gran medida el camino para las recientes ganancias en el precio del oro". Un punto de vista, no obstante, que choca con el de otros expertos, que han alertado en los últimos días de la posibilidad de que el rally del metal precioso se agote tan rápido como ha llegado. Y es que eso es algo, dicen los más pesimistas, que ya ha pasado en más de una ocasión en lo que va de año: "Hemos visto señales como esta aplastadas repetidamente en los últimos meses".
Pero en RBC insisten en que, al menos por ahora, que la probabilidad de que el precio de la onza de oro se mantenga en el entorno de los 1.600-1.700 dólares, su caso base, "es la misma de que pueda lograr sucesivos máximos históricos". A ambos escenarios les otorga una posibilidad del 45%, mientras que a su escenario más pesimista, en el que el oro cerraría 2020 en los $1.418, apenas le da un 10%.
RIESGO DEL PRECIO AL ALZA
"Está claro que el riesgo del precio del mercado del oro se ha movido claramente al alza", continúan los analistas de RBC, que creen que "una crisis cada vez más profunda podría empujar el oro más cerca de el nivel de 2.000 dólares por onza antes de fin de año, y establecer 2021 para los niveles de precios altos". Es más, apuntan que unas medidas de política económica y monetaria "más profundas y largas de lo esperado" apoyarían los precios del metal precioso.
Una idea con la que coinciden otros expertos. "La cantidad de dinero bombeado por los gobiernos definitivamente apoya al oro como un refugio seguro con esta situación, con el Covid-19 todavía alrededor", ha dicho Brian Lan, director gerente de Singapur GoldSilver Central, según recoge CNBC. Y es que la reducción de los tipos de interés y las medidas de estímulo tienden a beneficiar al oro, considerado como una forma de cubrirse contra la inflación y la depreciación de las divisas.
"Dado el contexto macroeconómico, el sentimiento en el mercado del oro es positivo, y esto se ilustra en el continuo aumento de las tenencias del mismo", ha señalado, por su parte, el analista de ING Warren Patterson. Según afirma Gilles Prince, CIO en Edmond de Rothschild en Suiza, "estadísticamente, a largo plazo, el oro es un activo que tiene un papel estratégico en una asignación de activos. Permite la construcción de carteras sólidas, especialmente para los tiempos de crisis, y podría ser una fuente de rentabilidad adicional en este entorno posterior al coronavirus".
Según este experto, "el entorno actual de tipos de interés bajos o negativos y de inflación positiva pero baja, hacen del oro un valor atractivo, y esperamos que siga siéndolo. Es probable que los tipos de interés se mantengan bajos tras las medidas de apoyo anunciadas por gobiernos y por bancos centrales, y nuestros economistas no esperan que la inflación aumente pronto y de forma rápida, ya que tanto la demanda como la oferta se han visto afectadas. Sin embargo, el exceso de liquidez y los estímulos fiscales representan un riesgo a largo plazo de una nueva inflación, que apoyaría los precios del oro", afirma Prince, que recuerda que la rentabilidad del oro en 2019 fue del 18%, y en lo que va de año ha subido casi un 13%.