Los bonos a 10 años de las principales economías europeas y de Estados Unidos se han disparado desde tocar mínimos anuales en abril. Los títulos de deuda alemana cotizan por encima del 0,7% y los estadounidenses por encima de los 2,2%. ¿Por qué se han lanzado a vender los inversores? Desde Pioneer Investment analizan esta tendencia con ocho claves.
Los bunds alemanes a 10 años tocaron fondo el 15 de abril con un 0,08%, mínimo anual, recuerdan en Pioneer Investment. “La renta fija no tiene valor que ofrecer”, explicaba entonces Tanguy Le Saout, director de renta fija europea de Pioneer Investment.
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Aunque la rentabilidad que ofrecen ahora no es para demasiadas alegrías, el retorno de la deuda germana a 10 años se ha multiplicado por nueve en menos de un mes. Después de una tendencia alcista, cotizan este miércoles en torno al 0,73%.
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Lo mismo pasa con la deuda de otros países europeos. En el caso de los bonos franceses, se elevan hasta el rozar el 0,9%, el doble que hace un mes. Los italianos cotizan por encima del 1,8%, desde el mínimo anual del 1,12% de hace mes y medio, mientras que en el caso de España, los títulos a 10 años se mueven en el mercado secundario en torno al 1,8%, después de estar entre el 1,1% y el 1,2% a mediados de abril.
El posicionamiento es muy verosímil desde nuestro punto de vista y probablemente constituye la principal causa de la venta masiva
Los títulos de renta fija soberana de Estados Unidos a 10 años han avanzado más de 30 puntos básicos en el mercado secundario en apenas dos semanas, pese a los datos débiles del PIB para el primer trimestre de 2015. Mientras que los bonos australianos a 10 años, unos 65 puntos básicos, pese a la rebaja de los tipos de interés en ese país, explica Le Saout. “No cabe duda de que algo ha sucedido; pero, ¿qué exactamente? ¿Por qué se ha producido una venta masiva de bonos y han aumentado los rendimientos?”, se pregunta el experto de Pioneer Investment, que aporta ocho claves para entender esta tendencia:
1. Programa de estímulo monetario del BCE
“El miedo a que el Banco Central Europeo (BCE) pueda reducir su programa de flexibilización cuantitativa (QE) es poco creíble desde nuestro punto de vista”, explica, aunque considera que ha podido jugar a favor de las ventas. El presidente de la institución, Mario Draghi, descartó esta posibilidad en su última rueda de prensa celebrada tras la reunión del BCE. El programa se prolongará hasta septiembre de 2016 y ascenderá a 60.000 millones de EUR al mes.
2. Dudas sobre Grecia
“Podría deberse a Grecia si únicamente fuesen los activos europeos los que sufren ventas masivas, pero esto no explica por qué también las sufren los valores del Tesoro estadounidense, el dólar estadounidense y los bonos australianos”, arguye el director de renta fija europea de la gestora.
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3. Tipos de interés en China
Las rebajas de los tipos introducidas recientemente en China beneficiarían al crecimiento del gigante asiático y (por extensión) al mundial. Esta es una premisa que puede guiar a algunos inversores, aunque Le Saout tampoco otorga mucha probabilidad a este escenario. “No cabe duda de que las autoridades chinas adoptarán todas las medidas que sean necesarias para respaldar el crecimiento del país, pero las rebajas de los tipos en ese país no deberían afectar a los bonos soberanos de la periferia europea con vencimiento a largo plazo”.
4. Mejora macro en Europa
La mejora de los datos económicos en Europa sí es una hipótesis más verosímil para el director de renta fija europea. Las previsiones económicas para la zona euro han sido revisadas al alza repetidamente durante los cuatro primeros meses del año y en la actualidad son en promedio del 1,5% para 2015 e incluso mayores para 2016.
5. Oferta de bonos soberanos europeos
También es una premisa más probable. “Las compras por parte del BCE, combinadas con la dinámica favorable de la oferta en Europa durante el primer trimestre hicieron que muchos inversores se preguntasen quién vendería sus bonos al BCE. Pensamos que la pregunta más bien es quién no venderá sus bonos al BCE”, indica Tanguy Le Saout. “La oferta neta de bonos soberanos hasta mayo es muy positiva en Europa, lo que podría empujar un poco más al alza los rendimientos de los bonos. Sin embargo, en junio y julio será muy negativa, por lo que puede que durante estos dos meses presenciemos una recuperación de los rendimientos de la renta fija”, añade.
6. Inflación
“Una sorpresa de la inflación al alza, muy verosímil desde nuestro punto de vista”, podría haber intensificado las ventas. La recuperación del precio del petróleo que prácticamente ha pasado desapercibida implica que la inflación pasará de cifras negativas a positivas en todo el mundo y acabará con cualquier especulación relativa a la deflación, arguye el responsable de deuda europea de la gestora. “Los mercados de renta fija que cuentan con protección ante la inflación han sentido este efecto y las tasas de inflación implícita en Europa y los Estados Unidos han rebotado con más fuerza”.
Los mercados de renta fija que cuentan con protección ante la inflación han sentido este efecto y las tasas de inflación implícita en Europa y los Estados Unidos han rebotado con más fuerza
7. Valoraciones
“Dado que entre el 30% y el 35% del mercado de deuda soberana se negocia con rendimientos negativos y que algunos títulos corporativos incluso se emiten con rendimientos negativos en francos suizos, los inversores han comenzado a plantearse si adquirir renta fija con rendimientos negativos”, expone Le Saout.
8. Posicionamiento
"El posicionamiento es muy verosímil desde nuestro punto de vista y probablemente constituye la principal causa de la venta masiva”, asegura el director de renta fija europea de Pioneer Investment. “Los principales movimientos se han producido en las operaciones preferidas en 2015, posiciones largas en renta fija europea (sobre todo bonos periféricos a largo plazo), largas en el dólar frente al euro, largas en valores del Tesoro estadounidense y bonos australianos (debido a sus rendimientos relativamente elevados) y largas en renta variable europea”. Esto sugiere, prosigue, “que los inversores contaban con muchas posiciones similares, por lo que una pequeña venta masiva generó cierta urgencia por abandonar estas operaciones, lo que a su vez tuvo un efecto multiplicador y provocó muchos inversores vendiesen vertiginosamente (capitulation selling)”.
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