• Neuron debutó en el Mercado Alternativo en 2010, como Gowex o Negocio
  • Entre las empresas que abrieron el mercado también figuran Zinkia o Bodaclick
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Va en su naturaleza. Por su propia definición, el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) es un segmento en el que cotizan empresas que aspiran a crecer... pero que pueden quedarse en el camino. Los inversores deben ser conscientes de ello. Pero, pese a ser así, no deja de ser curioso el mal fario que acompaña a la mayoría de las empresas que estrenaron este mercado.

Este martes, Neuron Bio notificaba en un hecho relevante que, "tras las negociaciones tenidas con acreedores y posibles inversores y a la vista de que no ha sido posible aún llegar a un acuerdo para refinanciar la compañía", el Consejo había decidido "por unanimidad (...) la presentación del concurso de acreedores". Esta decisión alcanzaba a su filial Neol Bio. Ambas cotizan en el MAB, que poco después de conocer estos anuncios comunicó que suspendía la contratación de sus acciones. Las de Neuron quedaron 'congeladas' a 0,30 euros y la de Neol, a 0,25%.

Tras salvar varias situaciones difíciles, como la que logró en junio de este año cuando la petrolera Repsol aceptó aplazar hasta 10 años el pago de una deuda de 4,5 millones de euros, al final ha tenido que acogerse al concurso.

Aunque, lógicamente, se trata de una situación particular y aunque un concurso no es nada definitivo, sino que es reversible, la situación a la que ha llegado Neuron prolonga el maleficio que acompaña a las empresas que estrenaron el MAB en su segmento de empresas en expansión, es decir, aquellas compañías que tras contar con unos años de andadura saltan a este mercado para obtener la financiación que les permita seguir creciendo y, en última instancia, como trampolín para pasar posteriormente al Mercado Continuo, como ha ocurrido este verano con MásMóvil.

La encargada de dar el pistoletazo de salida al Mercado fue la productora Zinkia. Apoyada en un activo tan valioso y popular como Pocoyó, la compañía estrenó el MAB en julio de 2009. Debutó a un precio de 1,92 euros, que conducía a un valor bursátil próximo a los 50 millones de euros, pero en su primer día se disparó un 27%, hasta los 2,45 euros. Ahora cotiza a 0,41 euros y su valor de mercado no llega a los 15 millones, tras años en los que ha sido más noticia por incumplir las expectativas iniciales, por el concurso de acreedores que también presentó en 2014 y del que salió en 2015 y, sobre todo, por las disputas accionariales entre su fundador José María Castillejo y su actual presidente, el mexicano Miguel Valladares.

A Zinkia le siguió la cadena de juguetes Imaginarium. En su salida al mercado captó 12 millones de euros, saltó con una capitalización de 75 millones y se estrenó a 4,31 euros. También ha atravesado problemas en los últimos años, de hecho en verano evitó la quiebra gracias al acuerdo alcanzado con la banca acreedora y al dinero procedente de inversores internacionales, y ahora cotiza a 0,19 euros, con una capitalización de 4,25 millones.

La siguiente en aterrizar en el MAB se acabó convirtiendo en su ángel y su demonio. La tecnológica Gowex se estrenó en marzo de 2010 a 3,5 euros y un valor de mercado de 40 millones de euros. De la mano de su fundador, Jenaro García, la cotización creció a ritmo vertiginoso, hasta el punto de que su capitalización llegó a superar los 2.000 millones de euros -sin el 'split' de cinco acciones nuevas por una vieja realizado en 2013 su cotización hubiera superado los 100 euros en ese momento- a comienzos de 2014. Pero el 1 de julio de 2014, el sueño de la empresa estandarte del MAB se tornó en pesadilla. Gowex, su negocio, sus cuentas y su contabilidad eran mentira, humo. El valor fue suspendido de cotización, Jenaró confesó que había falseado e inflado las cuentas y más de tres años después el caso sigue a la espera de su resolución judicial.

La siguiente en debutar en el MAB fue la empresa fabricante de material médico y quirúrgio Medcom Tech, en marzo de 2010, a 3,39 euros y un valor de mercado de 30 millones. De las debutantes es la que sale mejor parada. Cotiza a 3,2 euros, tras acumular una caída del 33% en lo que va de año, y alcanza una capitalización de 31,6 millones.

Las dos siguientes, el diario Negocio y la empresa de organización de eventos Bodaclick, corrieron la misma mala suerte: las dos saltaron al MAB en junio de 2010 y las dos terminaron cerrando.

DE TALLADA A REPSOL

La séptima fue ya Neuron. Lo hizo en julio de 2010. Captó 2,5 millones de euros en la operación y debutó a un precio de 3,99 euros y un valor de mercado de 18 millones. Entre sus accionistas, un nombre bien conocido -y controvertido- en las cotizadas españolas, el del financiero Javier Tallada, con más del 10% del capital.

Uno de los hitos de la vida de Neuron como cotizada ocurrió en 2012, cuando la petrolera Repsol le compró el 50% de su filial Neol Bio, con el objetivo de participar en el desarrollo y la creación de biocombustibles. Sin embargo, lo que parecía una alianza de lo más prometedora no surtió los efectos esperados. Tras las desavenencias entre ambas compañías, Neuron recompró ese 50% a finales de 2014 por 4,5 millones de euros.

Poco antes, Tallada, ya con el 17% de las acciones, dio un paso al frente y entró en el Consejo de la empresa. En 2016, intentó tomar el control de la empresa, pero desde entonces se fue diluyendo en el accionariado al calor de las sucesivas ampliaciones y movimientos en el Consejo que se fueron produciendo. Actualmente, ningún accionista supera el 10% del capital y los principales accionistas son el consejero Enrique Lahuerta, con un 4,6%, y el presidente y consejero delegado, Fernando Valdivieso, con el 4,3%.

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