La situación en las bolsas se complica a cada minuto que pasa. Ya no son sólo los problemas en Europa (guerra, inflación...), que afectan a los índices del Viejo Continente, son también los problemas en las bolsas al otro lado del Atlántico (con descensos que no se veían en años), ante la preocupación por la inflación y el endurecimiento en la política monetaria, que a su vez retroalimentan el malestar en Europa.
Es un circulo vicioso con difícil solución que cada vez preocupa más. "La tendencia de fondo sigue siendo la corrección, en un entorno de riesgos al alza, hasta que los mercados adviertan que los riesgos inflacionistas se moderan", escriben los expertos de Bankinter en su último informe.
"El verdadero problema es que en el corto plazo no identificamos catalizadores que puedan hacer que las bolsas se giren al alza"
"En nuestra opinión, el verdadero problema es que en el corto plazo no identificamos catalizadores que puedan hacer que las bolsas se giren al alza", advierten por su parte desde Link Análisis. Estos expertos no descartan repuntes "puntuales", propiciados por el elevado nivel de sobreventa que muestran los índices y muchos valores, pero avisan de que serán de corta duración ya que muchos inversores aprovecharán para reducir posiciones.
"La diferencia con otras ocasiones en las que las bolsas han atravesado por fases negativas similares -el inicio de la pandemia, por ejemplo-, es que en casi todas ellas los bancos centrales han acudido al rescate, convirtiéndose en el principal apoyo de los mercados", apunta Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Análisis. "Sin embargo, en esta ocasión los bancos centrales son uno de los principales factores de riesgo a los que se enfrentan las bolsas por su intención de combatir la alta inflación -creemos que, de forma coherente y acertada-, acelerando su proceso de retirada de estímulos monetarios", añade.
PROTEGER MÁS QUE GANAR
Bankinter lleva desde marzo avisando de la importancia de proteger las inversiones y bajar la exposición al riesgo. "Proteger es la prioridad", han dicho en múltiples ocasiones desde el banco. Russ Mould, director de inversiones de la firma británica AJ Bell, es de la misma opinión. "La narrativa ha pasado de '¿cómo se puede ganar dinero?' a '¿cómo proteger el dinero?'", reconoce.
El índice VIX de volatilidad ha marcado niveles que no se veían en los últimos doce meses. A la preocupación por la inflación, la subida de tipos, la desaceleración económica mundial, la guerra en Ucrania... se suman también los brotes de Covid en China. Es un cóctel peligroso en un momento estacional, además, complicado. Estamos inmersos en el famoso periodo del 'Sell in may and go away', un dicho muy popular en finanzas que se basa en el bajo rendimiento histórico de las acciones durante los seis meses que van de mayo a octubre.
Mould destaca que, dado el momento actual, muchos inversores se están decantando cada vez más por valores con dividendos generosos, "ya que el goteo de pagos en efectivo es al menos una forma de rentabilidad positiva de la inversión". Frente a esto, los valores de crecimiento "han pasado de ser invencibles a ser inviables a los ojos de muchos inversores", comenta este experto, al tiempo que los productores de materias primas también han perdido su brillo en los últimos tiempos, preocupados ante la posibilidad de que la actividad económica se detenga.
"No es una coincidencia que los 10 valores que más han subido del Ftse 100 hoy (este martes) sean todos de rentabilidad media o alta, como HSBC, Unilever, Glencore y British American Tobacco", comenta.
"DESALENTADORA COMPROBACIÓN DE LA REALIDAD"
Victoria Scholar, jefa de inversiones de Interactive Investor en Reino Unido, reconoce también el complicado momento que atraviesan los mercados. "La combinación de la subida de la inflación, el que la era del dinero barato esté terminando, que China se enfrente a una desaceleración económica y que la guerra en Ucrania perdure proporciona una desalentadora comprobación de la realidad", señala. Esta situación ha contribuido al aumento "de más del 100% del índice de volatilidad VIX desde el mínimo de enero", subraya.
Explica Scholar que la sensación de pesimismo, evidenciada en el crash que están viviendo las tecnológicas estadounidenses, está impidiendo a los inversores oportunistas comprar acciones con descuento a precios más bajos, ya que son muchos los que esperan que "haya más dolor en el futuro".