Los mercados asiáticos han cerrado la sesión de este lunes con signo mixto después de que el dato de inflación de China haya subido más de lo esperado.
El Índice de Precios de Consumo (IPC) chino registró en abril un aumento interanual del 0,3%, por encima del 0,2% previsto y más que el aumento del 0,1% observado en marzo. No obstante, el dato ha ayudado a calmar las preocupaciones sobre una caída hacia una deflación prolongada.
También se ha conocido que las autoridades chinas venderán 1 billón de yuanes en bonos a más largo plazo para ayudar a financiar el gasto de estímulo en el país.
Además, esta semana, el dato más destacado será el Producto Interior Bruto (PIB) del primer trimestre de Japón, que se espera que se haya contraído un 1,5%, poniendo en peligro probablemente los planes del Banco de Japón de subir los tipos de interés.
El Banco de Japón busca reducir su presencia en el mercado de deuda del país y ofreció comprar una cantidad menor de bonos gubernamentales. Tras esto, los rendimientos del bono de referencia a 10 años subieron, mientras que el yen recortó pérdidas anteriores.
El organismo ha explicado que compraría 425.000 millones de yenes de deuda a entre 5 y 10 años, en comparación con los 475.500 millones de yenes que compró en la operación del mes pasado.
Entre los mercados asiáticos, el Nikkei 225 cerró cayendo un 0,13%, el Topix descendió un 0,15%, el Kosdaq perdió un 1,13% y el CSI 300 de China continental bajó un 0,11%. Mientras, el índice Hang Seng subió un 0,58%.
En cuanto a las divisas, la amenaza de una intervención japonesa impide al dólar volver a probar la barrera de los 160 yenes y se mantiene en la zona de los 155,82 yenes.