El populismo en Grecia puede llegar a su fin este domingo. Los votantes acuden a las urnas nuevamente y, en esta ocasión, el partido conservador lleva las de ganar. Las encuestas sitúan a Nueva Democracia, formación política conservadora y de centro-derecha, como la gran favorita. Y el mercado ya se frota las manos ante este posible escenario.
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“Entre 2010 y 2014, los griegos han sufrido los altos impuestos, los recortes de salario y de pensiones, la escalada del desempleo y la caída de su economía”, aseveran los analistas de DuckerFrontier a la ‘CNBC’. “El desencanto de la gente se tradujo en protestas y manifestaciones dejando claro que Tsipras no era su salvador”, apostilla.
En 2015, Tsipras y Syriza, el partido de izquierdas que lideraba, ganó los comicios en Grecia prometiendo a su pueblo que se enfrentarían a la Unión Europea y pondrían fin a la austeridad que campaba a sus anchas en el país heleno desde 2010.
El descaro de Tsipras no fue bien recibido en Bruselas y se vio obligado a rehacer su equipo para mejorar sus relaciones con Europa. "Tarde o temprano, el deterioro de la economía griega le obligó a comprometerse", señalan desde DuckerFrontier.
Con todo, estos analistas creen que "las elecciones de 2019 pueden no significar el fin del populismo en Grecia aunque, sin duda, dejarán en evidencia la habilidad de estos partidos para cumplir sus promesas en tiempos difíciles". ¿Quién puede ser la solución? Kyriakos Mitsotakis es el líder de Nueva Democracia. En palabras a la 'CNBC', prometió bajar los impuestos y "una reforma muy agresiva" del sistema tributario helénico.
"Mitsotakis ha señalado que una vez llegue al poder centrará sus esfuerzos en bajar la carga de impuestos a los negocios mejorando el entorno empresarial para atraer inversión extranjera y acelerar la reestructuración del sistema bancario, en contraste con el Gobierno de Syriza más centrado en las políticas sociales", subrayan los analistas de Eurasia.
EL MERCADO YA DESCUENTA EL FIN DEL POPULISMO
La confianza ha vuelto a Grecia. Así lo demuestran su deuda, con el rendimiento de su bono en mínimos, y la bolsa, con una subida del 45% en lo que va de año (+13,4% solo en la última semana).
El posible cambio de testigo político en tierras helénicas derriba así la primera de riesgo del país que ha llegado a caer hasta los 320 puntos básicos. Una cifra que contrasta con Italia, que vive la situación contraria a Grecia: los primeros se convierten en el nuevo dolor de cabeza para Europa mientras, los segundos, protagonizan una historia de éxito inesperado.
Desde Berenberg aseguran que "lo peor ya pasó" y destacan "la madurez política de los griegos y sus políticos". Además, afirman que "Grecia demuestra que el populismo puede ser domado y derrotado" con el país helénico demostrando que "puede bailar al son de la Eurozona pese a que a veces sea complicado y en el camino haya baches".
