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Después de la debacle bursátil de las tres últimas semanas, la más violenta de la historia, parece que los índices intentan hacer un suelo. El apoyo de los bancos centrales -la Fed el domingo y el BCE el miércoles tras la decepción del jueves pasado- han calmado los ánimos a pesar de que las malas noticias sobre la epidemia de coronavirus no cesan. Entonces, ¿es momento de volver al mercado?

En la bolsa nunca se puede estar seguro de nada y menos en momentos de tantísima volatilidad e incertidumbre como los actuales. Por tanto, no se puede dar una respuesta segura. Es innegable que la situación ha mejorado: ya no vemos caídas dramáticas, la volatilidad se ha reducido e incluso hay días positivos, como el martes o el jueves. Desde el punto de vista técnico, tenemos las condiciones para ver un rebote sostenido y, lo más importante, un nivel que tomar de referencia: los 5.814 puntos del Ibex, que viene a coincidir con los mínimos de 2012 (algo impensable cuando estábamos en 10.000 hace nada).

Además, el mercado cuenta con el apoyo de los bancos centrales, en nuestro caso del BCE (no tanto con el del Gobierno). Christine Lagarde se ha dado cuenta de que tienen que ser mucho más contundente si quiere acercarse a la credibilidad de Mario Draghi, de ahí el volumen de compras anunciado el miércoles por la noche (750.000 millones) y la promesa de mantenerlo el tiempo que haga falta. Hay que recordar que el BCE puede comprar directamente acciones en bolsa. Y, con esa actitud de 'whatever it takes', posiblemente lo hará si vuelve a hundirse el mercado. Un 'put' en toda regla.

Por tanto, parece que estamos en un momento que merece la pena aprovechar para entrar en el mercado. Ahora bien, como también explica el analista de Bolsamanía José María Rodríguez, un rebote, por fuerte que sea, no significa un suelo. Los mercados tardan mucho en formar suelos (salvo raras excepciones): "Construir una figura de vuelta después de un espectacular 'crash' puede llevarnos, si ese fuera el caso, muchas semanas. Incluso meses".

Además, el mercado sigue siendo muy vulnerable y cualquier mala noticia -sobre una empresa, sobre el avance de la enfermedad, sobre medidas económicas, etc.- puede provocar nuevos desplomes en cualquier momento. Por tanto, los que quieran comprar ahora deben ser conscientes del enorme riesgo que corren y actuar en consecuencia; por ejemplo, fijando estrictos stop loss, para lo que ayuda tener ese nivel de referencia en el Ibex.

¿Y NO SERÁ MEJOR VENDER SI SUBE?

La otra actitud posible es aprovechar el rebote para vender y así reducir pérdidas. Y esperar fuera del mercado a que el panorama se aclare. Pero eso tiene un gran problema viniendo de donde venimos: que las pérdidas son tan grandes que el rebote tendría que ser enorme para reducirlas de forma significativa.

Además, muchos inversores no venden hasta que por lo menos no 'empatan' (recuperan todo lo perdido). Si ese es su caso, puede echarse a dormir porque puede pasar mucho tiempo antes de conseguirlo. En la crisis de 2012, el Ibex necesitó un año y tres meses para volver a los niveles anteriores. Y recordemos que los 16.000 puntos en que llegó a situarse antes de la quiebra de Lehman Brothers jamás se han recuperado.

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