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El presidente de la Fed, Jerome PowellSharecast / public domain image

El mercado ha ajustado su previsión sobre los tipos de interés en Estados Unidos después de que la Reserva Federal (Fed) confirmara este miércoles el inicio del 'tapering'. El banco central americano reducirá sus compras de activos en 15.000 millones de dólares y terminará su programa QE en junio.

En este escenario, según los futuros sobre los fondos federales de CME Group, el consenso otorga un 47% de probabilidades a una subida de tipos en junio de 2022 y un 13% a que haya dos subidas de tipos para esa fecha. Esto significa que la Fed podría acelerar la reducción de sus compras si la inflación es elevada, tal como señaló en su comunicado, para subir tipos incluso antes de lo que espera el mercado. Estas son las principales valoraciones de los analistas.

"Creemos que el anuncio marca el comienzo de un ciclo de endurecimiento monetario que incluirá dos subidas de tipos el próximo año, en septiembre y en diciembre de 2022", explican los analistas de Danske Bank. También anticipan "cuatro subidas en 2023", una en cada trimestre.

Estos expertos añaden que "la Fed introdujo cierta flexibilidad al decir que el ritmo de reducción podría ajustarse si fuera necesario. Creemos que el balance de riesgos se inclina hacia un ritmo de reducción más alto, aunque no es nuestro escenario base". En este sentido, añaden que si la "inflación es más elevada de lo esperado", la Fed terminará antes su programa de compra de activos.

También destacan que Powell ligó la primera subida de tipos a alcanzar una situación de pleno empleo en Estados Unidos, algo que según anticipó podría suceder "en el segundo semestre" del próximo año. Entre sus previsiones, esperan que el euro se deprecie hasta niveles de 1,10 dólares durante los próximos doce meses.

Los expertos de RaboBank afirman que "la Fed ha adoptado una estrategia de gestión de riesgos", que tiene a la inflación como su principal variable a controlar. "Si la inflación no es transitoria, la Fed podría subir tipos en el verano. Sin embargo, nuestra línea base es que la Fed subirá tipos en diciembre de 2022, cuando se alcance la situación de máximo empleo".

"La Fed sigue esperando que la inflación se acerque al objetivo del 2% a largo plazo en el transcurso de 2022, aunque el banco central está dando algo más de posibilidades a que esto no ocurra", comenta Christian Scherrmann, economista de DWS.

Así, la Fed se ha reservado "un poco más de espacio para abordar el problema de la alta inflación si es necesario. Por lo tanto, existe una mayor incertidumbre sobre la trayectoria de la política monetaria en el futuro. El ritmo proyectado ahora indica que la segunda mitad de 2022 será el momento en que la Fed esté dispuesta a subir tipos por primera vez".

"La Fed está situándose detrás de las curvas y no quiere sorprender a los inversores, pero si el mercado laboral acelera su mejoría y la inflación persiste en estos niveles, Powell debería acelerar la retirada de estímulos si no quiere perder su credibilidad", destaca Carlos del Campo, miembro del departamento de Inversiones de Diaphanum.

"Powell señaló que la Fed espera que la actual inflación elevada temporal disminuya a mediados de 2022, aunque señaló que el momento es incierto. Este es un reconocimiento implícito de que la Fed espera que la inflación se mantenga elevada por más tiempo de lo anticipado", afirman los expertos de Berenberg.

"La fuerza del repunte económico y la inflación muy alta y persistente deberían haber llevado a la Fed a deshacer sus compras de activos más rápidamente", opinan. Según su valoración, el banco central está dando demasiada importancia a la recuperación del mercado laboral y se verá obligado a terminar su programa de compra de activos antes de lo esperado.

"El balance actual de la Fed se ha expandido a 8,5 billones de dólares y seguirá creciendo hasta los 9 billones al concluir sus compras de activos en junio de 2022", añaden. "Basándonos en nuestra evaluación de que la inflación elevada persistirá, impulsada por un crecimiento sólido sostenido en la demanda agregada incluso después de que se disipen las interrupciones de la oferta, pronosticamos que la Fed comenzará a subir las tasas en junio de 2022, seguido de subidas adicionales de tasas en septiembre y diciembre", concluyen.

Por su parte, Anna Stupnytska, economista de Fidelity International, valora que "será más complicado de lo previsto librarse de la inflación a lo largo de 2022", aunque también remarca que "el crecimiento mundial se ralentizará más bruscamente a medida que nos adentremos en los meses de invierno, debido a la desaceleración de China y las continuas dislocaciones extremas de los mercados energéticos".

En este escenario, opina que "a medida que la economía se desacelere, la Fed se enfrentará a un compromiso aún más difícil. En última instancia, creemos que la trayectoria de subidas será probablemente menos profunda de lo que el mercado está valorando actualmente, ya que los retos de crecimiento y la elevada carga de la deuda son importantes limitaciones".

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