Si la crisis financiera mundial de 2008 tuvo su origen en la la insostenible burbuja inmobiliaria y el sistema bancario… “la próxima llegará de procedente de la montaña de deuda acumulada por las empresas".
Así de claro lo tiene David Rosenberg, el economista jefe y estratega de Gluskin Sheff, que predijo la crisis inmobiliaria y la última gran recesión económica. Durante su entrevista a ‘MarketWatch’, Rosenberg asegura que “hagas lo que hagas, las posibilidades de que tenga lugar una nueva crisis siguen creciendo”.
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¿Explota la burbuja? El mercado de préstamos apalancados se gripa en EEUULa gran preocupación de Rosenberg y otros conocidos economistas, estrategas y analistas a lo largo de los últimos meses es la deuda corporativa.
Concretamente, los préstamos apalancados que obtienen cientos de compañías en Estados Unidos con calificaciones crediticias más débiles y, por tanto, expuestas a un mayor riesgo de impago lo que a su vez conlleva intereses más altos para estas compañías.
Estos préstamos están aún poco regulados y, cada vez, se conceden con una menor protección de cara a prestamistas e inversores.
La burbuja de estos préstamos ya representa tres cuartas partes de toda la deuda corporativa en suelo estadounidense, es decir, unos 7 billones de dólares que están a la espera de ser refinanciados en la próxima década.
A continuación, Rosenberg cita 3 billones de dólares en bonos que están a punto de ser calificados 'basura', lo que alimenta "un siniestro ciclo de ángeles caídos, en el que empresas con una calificación de triple B serán empujadas al status de 'basura' ante el debilitamiento financiero de todo el país".
¿Y AHORA QUÉ?
Una vez descontada la crisis financiera que anticipa, la receta de Rosenberg para capearla pasa por ponerse largos en la renta variable y "recoger los frutos" que den los valores cíclicos, es decir, aquellos que se mueven al son de la propia economía.
Si el inversor decide no descontar esa recesión, Rosenberg le propone "invertir en bonos de alta calidad y larga duración y en acciones de gran capitalización con buenos dividendos, además de mantener una posición de efectivo mayor de lo normal".