- También desciende el retorno de los títulos emitidos por Estados Unidos y Japón
- El oro sube un 2,3% desde el martes paralelamente a las caídas en bolsa
La historia de los últimos tres días es bien conocida en los mercados financieros. Los inversores han aumentado su exposición a los activos considerados tradicionalmente como refugio, mientras que han protagonizado ventas en renta variable.
Es decir, los movimientos que se producen siempre ante la incertidumbre. En este caso, por la escalada de tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte, que se ha acentuado durante los últimos días. Ya no son declaraciones aisladas que se toman como anécdotas, sino una retórica que preocupa al mercado. Y es que Pionyang ha amenazado con atacar la isla de Guam, importante enclave militar estadounidense en el Pacífico, y Donald Trump ha respondido con amenazas.
Mientras, las bolsas acumulan dos jornadas de caídas. En el caso del Ibex 35, desciende casi un 3% en las dos últimas sesiones, en línea con los descensos generalizados en la renta variable europea. Ayer estas caídas también se produjeron en Wall Street, con el Nasdaq como el índice peor parado al irse hasta mínimos de tres meses, mientras que las bolsas asiáticas -salvo Tokio, cerrada por festivo- han cedido en torno al 2%. El índice de volatilidad VIX sube por encima de los 16 puntos, máximos desde noviembre, cuando Trump ganó las elecciones por la Casa Blanca.
El dinero se ha trasladado a los activos refugio. Es decir, a los bonos considerados como más seguros y al oro. Por una parte, al ‘bund’ alemán, cuya rentabilidad en el 10 años desciende al 4%, el nivel más bajo desde junio, momento en el que se disparó ante las palabras de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, en Sintra (Portugal) que el mercado interpretó como un punto de inflexión.
Por su parte, el bono estadounidense cotiza en el 2,2%, nivel que no tocaba también desde junio. Mientras que el bono japonés a 10 años se mueve en el 0,06%, igualmente la rentabilidad más reducida desde junio. En cuanto al oro, las compras han llevado al metal precioso en las dos últimas sesiones a subir un 3% hasta los 1.291 dólares, máximos desde el 6 de junio.