La presidenta de la Reserva Federal de Dallas, Lorie K. Logan, ha apostado este miércoles por una estrategia de "precaución" en las bajadas de tipos de interés, después de que el banco central estadounidense iniciara su ciclo de flexibilización con un recorte de 50 puntos básicos (pb) en septiembre y otro de 25 pb este mismo mes.
"Si recortamos demasiado, más allá del nivel neutral, la inflación podría volver a acelerarse y el FOMC podría necesitar cambiar de dirección. En estas aguas inciertas pero potencialmente muy poco profundas, creo que es mejor proceder con precaución", ha señalado durante su intervención en la novena conferencia energética conjunta organizada por los Bancos de la Reserva Federal de Dallas y Kansas City.
Este mismo miércoles se ha conocido que el IPC ha repuntado dos décimas en EEUU en tasa interanual en octubre, hasta el 2,6%, mientras que la tasa subyacente se ha mantenido en el 3,3%. Además, muchos analistas anticipan un incremento de la inflación por las políticas que implementará Donald Trump.
"Sigo escuchando sobre un posible aumento postelectoral de la inversión empresarial. Durante todo el otoño, las empresas dijeron que sabían que iban a invertir, pero que estaban esperando a ver los contornos de las políticas fiscales y regulatorias antes de decidir cómo invertir. Una vez completadas las elecciones, parte de esa incertidumbre se resuelve. Al igual que el consumo, un aumento de la inversión podría impulsar la inflación", ha alertado.
A pesar de sus preocupaciones sobre la inflación, Logan considera "que lo más probable es que el FOMC necesite más recortes de tipos para finalizar el viaje", aunque ve "difícil" establecer "cuántos recortes serán necesarios y qué tan pronto deberán realizarse".
"Mantengo una mente abierta, escudriñando los datos económicos y las condiciones financieras, y escuchando atentamente a los contactos empresariales y comunitarios mientras evalúo cuáles próximos pasos pueden ser apropiados para la política monetaria", ha concluido.